En plena Manchuela, el río Cabriel delimita la frontera entre Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. En esta zona, el río conforma un profundo valle, repleto de pinares, barrancos, ramblas y con algunos parajes de difícil acceso. En una de esas ramblas, cerca de Villamalea (Albacete), se encuentra un pequeño rincón oculto en el que se mezclan agua, vegetación y roca, conformando un lugar que parece sacado de un cuento. Se trata de la llamada Cueva de los Ángeles.
Entrada a la Cueva de los Ángeles. |
Este modesto pero bello lugar no es más que un pequeño "tollo" formado en uno de los barrancos que conducen el agua de lluvia o torrentes hacía el río. Un tollo es como se denomina en La Manchuela a una formación geológica propia de la comarca, que por las características calizas del terreno, se forma en las escorrentías, dando lugar a una depresión, generalmente circular, dentro de un barranco. Suelen estar precedidos de un voladizo de roca calcárea. Se forman dada la alternancia de capas de materiales duros (roca calcárea) y blandos. Así pues, es común encontrar en los barrancos estas depresiones, formadas por el agua (torrentes, escorrentías), precedidas del voladizo de piedra en su parte superior y en muchas ocasiones con un lagunazo en el inferior formado por la erosión de las capas de sedimentos blandos. Anteriormente, ya hablamos brevemente sobre los Tollos en la entrada dedicada al Viaducto del Tollo de la Tortuga, que por cierto, se encuentra muy cerca de esta Cueva de los Ángeles.
La particularidad del tollo que nos ocupa es que suele mantener agua y humedad durante todo el año, favoreciendo el crecimiento de la vegetación. Un lagunazo, de llamativo color turquesa, se forma en el fondo del tollo y es alimentado por un pequeño salto de agua. Parece sacado de un cuento. Unos metros más adelante, las paredes de caliza y los siglos de erosión han formado una pequeña cueva que da nombre al tollo: La cueva de los Ángeles.
La cueva es una oquedad tubular, de unos 7 metros de profundidad, 2 metros de altura y 1,5 metros de ancho, aunque conforme nos adentremos se irá haciendo más angosta. Tiene recorrido horizontal y recibe el nombre porque en ella, las precipitaciones de roca caliza han generado formaciones "kársticas", algunas de ellas con formas que, popularmente, se han asociado a rostros divinos. Advierto que hay que tener cierta imaginación y poder de interpretación visual para ello.
Adentrándose en la Cueva de los Ángeles. |
Vista desde la entrada de la cueva. |
En el interior de la cueva. |
La cueva, también recoge parte del agua que cae desde la parte superior de la rambla, llegando en algunos momentos a salir de la cueva una cantidad de caudal que te cubrirá los pies. Recomendable acceder con bota de montaña que agarre bien al suelo y sea impermeable al agua. Dentro de la cueva, un continuo gotear desde el techo y las paredes te empapa como si lloviera, si permanecemos demasiado tiempo en su interior. Todo este agua ha realizado su trabajo durante siglos, erosionando en unos lugares y precipitando piedra en otros, formando las características formaciones "kársticas" (espeleotemas) de una cueva en la piedra caliza.
La cueva de los Ángeles es un modesto, pero sorprendente rincón natural en La Manchuela. Se puede llegar en coche hasta las proximidades, para después, descender con cuidado por una senda habilitada. Un lugar donde suele reinar la tranquilidad e invita a contemplar la belleza natural de este entorno.
Para saber más...
..sobre tollos en La Manchuela, se puede consultar el "Inventario y estudio de los tollos en espacios Red Natura 2000 de la comarca de La Manchuela (Albacete)", el cual se puede descargar desde cualquiera de estos dos enlaces:
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Parece que en cualquier momento vaya a emerger de esas aguas alguna Dama del Lago, o alguna deidad de las leyendas celtas. Un sitio precioso, sin duda, muy selvático.
ResponderEliminarEs un rinconcito que parece sacado de un cuento. Además, creo que el lugar también cuenta con su propia leyenda...
EliminarGracias por leer y comentar, David.