Campamento de "El Real"

Si nombramos Campo de Criptana, lo primero que seguramente nos venga a la cabeza es la quijotesca imagen de su cerro repleto de molinos de viento. Ver a estos gigantes, algunos con su maquinaria original, con sus velas en las aspas, girando por el impulso del viento, es una experiencia inolvidable. Estremece el crujido de sus engranajes de madera en movimiento. Estos ingenios industriales en funcionamiento te trasladan inevitablemente varios siglos atrás.

Pero hoy no vamos a hablar de los molinos, que son de sobra conocidos (lo que no quita que lo pueda hacer en venidera ocasión), sino que vamos a conocer una construcción mucho más antigua y que se ajusta mejor al tema principal del blog que muestra una Mancha menos conocida. Se trata de uno de los pocos vestigios conocidos de campamentos romanos que quedan en La Mancha, y que se encuentra en las cercanías de Campo de Criptana.


Restos visibles del Campamento Romano
(esquina sureste)

A las afueras del pueblo, entre la ermita de la Virgen de Criptana y el propio casco urbano se ubican los restos de un campamento romano, que data probablemente del siglo II antes de nuestra era. No esperéis encontrar grandes ruinas, porque del campamento apenas queda su muro perimetral. Ahora bien, sí que ocupan bastante espacio. De hecho, los restos están formados por vestigios de muralla, que forman un gran recinto aproximadamente cuadrado, con lados de un par de centenares de metros de longitud, lo que daba lugar a un campamento de casi 6 hectáreas de superficie.

Los restos de la muralla del campamento, lo componen muros de diferentes grosores, según la zona. Están formados por piedras, y sólo se puede apreciar que su altura actualmente es de entre 30 cm y 1 metro, habiendo desaparecido la parte superior. Por tanto, se desconoce la altura que tenían o si estaban formados enteramente por piedras o también tenían elementos de madera.

Muro este

Otra característica que llama la atención de este campamento es la ausencia de foso. Los campamentos romanos solían estar rodeados por un foso delante de la muralla, pero en este caso no lo tiene, probablemente porque la zona es bastante rocosa, tiene a muy poca profundidad la roca madre y el coste de haber realizado un foso se hubiera disparado.

Se piensa que la razón de existir aquí un campamento pudo deberse a alguna de las siguientes razones (si no a ambas): Una campaña bélica de conquista de las comarcas del sur de La Mancha, o bien, una acción de asedio sobre una población íbera cercana. De hecho, se conoce que el emplazamiento actual que ocupa la ermita (a unos 800 metros), en aquella época era una ciudad íbera de mediano tamaño, lo que pudo ser razón como para asentar un campamento para asediarla.

En realidad, se trata de dos campamentos, ya que el recinto está dividido por un muro que va de este a oeste aproximadamente en la mitad. Este muro es de construcción posterior al resto del perímetro. Se supone que dentro del perímetro original se asentaba un gran campamento, pero posteriormente, cambiaron las necesidades y hubo que reducirlo. La solución fue la construcción de ese muro que reducía el campamento a la mitad.

Esquema y dimensiones
(según A. Martínez Velasco)

Sobre lo que encontramos actualmente en el interior, es fácil de describir: Nada. Y es raro, puesto que estos campamentos solían disponer de algunos barracones para la tropa con las paredes (o al menos cimientos) construidos también en piedra. Se sospecha que podría estar enteramente construido por tiendas de campaña, porque aunque las piedras hubieran sido expoliadas hasta los cimientos, es raro que no quedara ningún vestigio.

Muro norte: Aquí se aprecia un grosor considerable.
Al fondo, Campo de Criptana y sus molinos.

El estado actual del campamento, a pesar de la altura que pudieran tener sus muros, se debe a que desde muy antiguo probablemente haya sido expoliado y las piedras utilizadas como cantera. De hecho, en la Edad Media existía un castillo en el espacio que ocupa ahora la ermita, con lo que no es de extrañar que se levantara usando las piedras del campamento. No era extraño desmantelar edificios o estructuras sin uso para reaprovechar materiales. Era mucho más barato que ir a la cantera, la piedra ya estaba cortada y encima, en este caso, estaban prácticamente al lado. El castillo, ya fue demolido en tiempos de los Reyes Católicos y de él no queda ningún resto, levantándose la ermita en el lugar que un día ocupó.

En cuanto a la organización del interior del campamento, estos se organizaban a lo largo de dos calles perpendiculares: DECVMANVS (iba de este a oeste) y CARDVS, cruzándose en el foro o zona principal del campamento. Una buena recreación de lo que pudo existir en este campamento de "El Real", que seguro muchos hemos visto alguna vez, podemos encontrarla en los cómics de Asterix.

Los cómics de Asterix recrean bastante bien los campamentos.
En este caso, el muro está construido de madera y hay foso.
Se aprecia el trazado perpendicular del DECVMANVS y CARDVS

Aunque actualmente apenas podemos ver la base de sus muros, el lugar que ocupa el campamento merece un paseo para descubrirlo, hacerse una idea de la superficie que ocupaba e imaginar lo que un día, hace más de 2000 años, allí se asentó.

Fuente: Las fotos de la presente entrada y gran parte de la información, han sido recopiladas del estudio sobre el campamento romano de "El Real" que realizó el arqueólogo Antxoka Martínez Velasco. Si queréis información mucho más técnica y detallada, no dudéis en leer el artículo en el siguiente enlace:


El mapa de ubicación con el que finalizo cada entrada, en este caso, sirve para ubicar una de las esquinas del campamento. El punto que está marcado en el mapa inferior, se corresponde con el extremo sureste. Es donde se sacó la primera foto de esta entrada. Aquí abajo, en la propia foto de satélite, se aprecia como desde ahí parten hacia el norte y el oeste sendos restos del muro.

----- MAPA -----

Comentarios

  1. Buen artículo! acabo de descubrir que existen restos romanos muy cerca de donde vivo.. no tenía ni idea! Gracias 😉

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    1. Muchas gracias, Eze. Espero seguir descubriendote ignotos lugares cercanos en este blog.

      Saludos.

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  2. No sé si tanto tiempo después de haber escrito el artículo leerá este comentario pero, a raíz de leerlo, he recorrido los restos y he encontrado algunas cosas curiosas, como una piedra triangular, de unos 2 pies de lado, con uno de los vértices apuntando al sur, y tallada sobre la piedra madre de la base. No conozco otro caso igual, y no sé si es casualidad o cumple alguna finalidad conocida.

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    1. Me llega aviso de todos los comentarios, independientemente de cuándo se escriban y el tiempo que haya pasado de la publicación de la entrada.

      Curioso caso el de la piedra triangular. He podido verla en google maps (alguien la ha georreferenciado). Desconozco totalmente su uso, pues no conozco casos similares. Por curiosidad, intentaré buscar de qué pueda tratarse y si veo casos similares. Es de sospechar que se trate de algún elemento más del campamento romano, pero lo ignoro por completo.

      Según google maps, su ubicación es en estas coordenadas: 39.407018, -3.102632

      Se pueden también ver fotos y ubicación en este enlace:
      https://goo.gl/maps/crpVL2r5wJ82

      Muchas gracias por esta aportación, señor/a Unknown.

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    2. Tras bucear un poco por internet, y si un vértice de la piedra está orientado al Sur, podría tratarse de algún elemento que sirviera para orientar la construcción y distribución del campamento. Otro dato que apoye esta hipótesis es la ubicación de la piedra, prácticamente en el centro del campamento. He leído que los romanos se tomaban muy en serio la orientación y distribución de sus ciudades, y por extensión, de sus campamentos militares. En este enlace podéis descargar un trabajo fin de Master en el que se trata con detalle este tema, así como los métodos que se seguían para obtener una correcta orientación.

      Esta suposición, la hago desde mi ignorancia (o escaso conocimiento del tema) y sin haber visto "in situ" la nombrada piedra triangular.

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    3. Celebro que leyese mi comentario el mismo día que lo publiqué, y lamento haber tenido tan poca fe en que lo hiciera. Le pido disculpas por ello. Nunca es tarde si la dicha es buena.
      La georreferenciación en Google la hice yo, más que nada por mi comodidad, ya que cuando volví otra vez, tardé en encontrar la susodicha piedra.
      Debo decir que nunca, hasta la lectura de su artículo, supe de la naturaleza de esas piedras que he visto desde pequeño. Mi agradecimiento por ilustrar a un aficionado a la historia de Grecia y Roma, que tan a mano ha tenido un trocito de dicha historia.
      Así pues, desde que supe de la existencia de esos restos, he pateado la zona del campamento y sus alrededores, y he encontrado algunas curiosidades parecidas que, entre otras cosas, me revelan como la mano humana ha manipulado la piedra en toda esa zona, una cuestión que antes no era capaz de ver aunque pasase por encima.

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    4. La celebración es mía si mi artículo le ha servido para descubrir el origen de este lugar, que era para usted tan cercano desde la infancia como desconocido.

      Precisamente ese es el motivo que me impulsó a abrir este blog. Me di cuenta del desconocimiento de muchos lugares cercanos que nos rodean. Tal ignorancia acaba convertida en olvido, destrucción o expolio... Lo que no se conoce no se valora.

      Agradecido quedo por aportar a esta entrada la información sobre la piedra triangular, y en general, por su lectura y por comentar el artículo. La divulgación de estos lugares ayuda a su mejor conocimiento, y con ello, a la concienciación de la importancia por conservarlos.

      Seguro que lo que antes era un simple paseo por las afueras de Criptana, se ha convertido en un recorrido entre milenarias piedras, disfrutando, imaginando y rememorando lo que pudo ser ese lugar hace 20 siglos; fijándose además en nuevos detalles que antes pasaban desapercibidos; conservando y cuidando mejor el lugar. Si ha sido así, gratamente satisfecho me encuentro y doy por aprovechado mi esfuerzo divulgativo.

      Aunque supongo que ya lo habrá hecho, le recomiendo la lectura del estudio arqueológico del campamento, de Martínez Velasco, que enlazo en esta misma entrada, así como un trabajo fin de Master (sobre orientación en la construcción de ciudades y campamentos romanos) que enlazo en mi comentario del 29-12-2018.

      Y si aún sigue interesado por construcciones romanas, le remito a buscar en este mismo blog usando las etiqueta "Romanos". Quizá descubra alguna otra obra romana interesante en La Mancha. Y en general, le invito a usar la sección mapa del blog, en la que podrá ubicar lugares cercanos a usted a los que he dedicado una entrada.

      Muy agradecido de nuevo por su aportación.

      Un saludo.

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