Ermita de San Benito

En la hoz del Júcar, en las proximidades el municipio de Valdeganga (Albacete), nos encontramos con los vetustos restos de la ermita de San Benito. De ella apenas podemos apreciar unos cuantos arcos góticos y parte de sus muros, pero sorprende esta antigua arquitectura en un lugar hoy apartado de la población más cercana. Es de modestas dimensiones, pero de suficiente tamaño como para evidenciar que fue de importancia en la época que se construyó.

Restos de la ermita de San Benito (Valdeganga)
Entre el arco de la derecha y el contrafuerte, se aprecia el muro original de tapial.

Los restos de esta ermita se encuentran en el paraje conocido como "El Santo", pero en los mapas topográficos actuales este lugar aparece con el nombre de "La Abadía", tal vez una reminiscencia de lo que fue en su momento fruto del recuerdo o creencias populares.

Los arcos apuntados que vemos son propios del estilo gótico, que va desde mediados del siglo XII hasta el XV. Por lo que los restos arquitectónicos de la ermita son los más antiguos que podemos ver hoy en el municipio de Valdeganga. Los arcos fueron construidos con piedra caliza unida con argamasa, una mezcla de cal, arena, cenizas y agua. Después fueron enlucidos con yeso. Los muros exteriores de la ermita estaban hechos de tapial. Los restos de estos muros pueden verse exclusivamente en la zona que queda entre los arcos y los contrafuertes de piedra y que tenían por misión sostener el peso del edificio.

En un arco hay dibujada una figura que representaba dentro de un círculo a una cruz griega (con los cuatro brazos iguales), subdividida en 4 surcos en su interior.

Cruz griega dibujada en el interior de un arco

En total aparecen cuatro pares de arcos. Los dos primeros están cegados y aún pueden verse formando la pared de lo que debió ser el altar, porque bajo el arco de la izquierda pueden verse aún dos hornacinas, una encima de la otra, ambas con cúpula en forma de concha. La de abajo presenta una oquedad típica de hornacina en la que debió estar San Benito para su veneración. En la de arriba se observa una hornacina en forma de cruz, por lo que cabe pensar que en su momento debió haber un Cristo crucificado del que nada sabemos.

Hornacinas

El resto de arcos, tres pares más, daban forma al interior del edificio formando dos naves, cosa poco usual, ya que lo normal es que el edificio tuviese un número impar de naves. En la foto más antigua que hay del edificio, puede observarse los restos derruidos unos muros con cimientos de piedra y tapial tras el último par de arcos que podrían ser las paredes de un cementerio ya que en esta zona se han encontrado gran cantidad de restos humanos. La entrada podía estar en esta zona o tal vez en un lateral de la ermita como ocurre en otra de semejantes características en Fuendetodos (Zaragoza).

Vista posterior del altar

Como curiosidad podemos decir que en las cercanías de la ermita puede verse una conducción abovedada, una especie de acequia con techo, que va en dirección al río. No podemos saber bien cuál era su finalidad. Y a unos 150 metros de la ermita existen dos oquedades bajo tierra en forma de tinaja. Las paredes de una de ellas están mejor conservadas y aparecen enlucidas. Es posible que tuviesen como misión conservar el vino, y tal vez estén relacionadas con un monasterio del que no quedan restos.

Ya en las relaciones Topográficas realizadas por los propios vecinos de la Corona de Castilla, por mandato de Felipe II a finales del siglo XVI, se menciona esta Ermita de San Benito, junto a la de Cubas, como ermitas de gran devoción, situadas ambas en la ribera del río Júcar, muy frecuentadas y muy antiguas.

Vista general del conjunto

Según cuentan los mayores de Valdeganga, la estatua de San Benito era una talla de madera policromada, que después de estar en la casa de una familia del pueblo, fue llevada a la Iglesia de la Purísima Concepción de Valdeganga, siendo vendida posteriormente.
Otra versión es que desapareció la imagen, al parecer robada. Ante la búsqueda que se organizó en el pueblo, el ladrón, según el clamor popular, debió esconderla tan bien que nunca se encontró.
En cualquier caso, con la desaparición de la imagen (y de eso debe hacer ya mucho tiempo) la ermita fue perdiendo importancia hasta llegar al estado de ruina en que se halla actualmente.

Fuente: Panel informativo a los pies de la propia ermita.


----- MAPA -----

Comentarios

  1. Muchas gracias por descubrirnos lugares desconocidos y de gran interés de nuestra región. Además felicitarte por tu trabajo y la cuidadosa descripción y narración de estos parajes manchegos y compartir tus conocimientos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El honor es mío por tener un lector tan agradecido. Tus alabanzas me obnubilan. Espero seguir mostrando muchos más curiosos lugares de interés. Comentarios como el tuyo me animan a seguir escribiendo.

      Muchas gracias por tan magnos elogios, AIGarcía.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario