En la Ciudad Real de hoy día, escasos vestigios quedan de lo que fue la Villa Real medieval. Fundada por el Rey Alfonso X en 1255 como villa de realengo para controlar y frenar el incremento de poder que por estas tierras estaba tomando la Orden de Calatrava.
Como núcleo Real, pronto adquiere importancia para cumplir su misión de control. Se construye una gran muralla de 5 km de perímetro y un Alcázar Real. Desde su fundación (en el siglo XIII) hasta el siglo XV, la ciudad adquiere progresiva importancia, asentándose y conviviendo comunidades cristianas, musulmanas y judías. Se levantan iglesias, sinagogas y mezquitas, así como diferentes edificios civiles e instituciones de importancia. Por ejemplo, Ciudad Real tuvo el "honor" de ser una de las primeras ciudades que acogió a un tribunal de la inquisición (1483) tras Córdoba y Sevilla que lo hicieron un par de años antes.
Pero tremendamente extraño es encontrar en la ciudad elementos de su pasado medieval, exceptuando el castigado arco del Alcázar, el triste lienzo de muralla, la puerta de Toledo, las iglesias de Santiago y San Pedro y algún que otro puntual resto exhibido en el museo. Todos ellos, son restos de construcciones militares o religiosas. Los restos de construcción civil son prácticamente inexistentes.
Nada que nos recuerde la judería, la morería o el barrio cristiano, salvo el nombre o trazado de alguna calle, donde las viejas casas fueron dando paso a lo largo de los siglos a otro tipo de viviendas, llegando en el siglo XX a bloques de pisos residenciales de arquitectura insustancial.
En Ciudad Real, donde tradicionalmente han primado la pala y la piqueta sobre la conservación y rehabilitación, quizá el único ejemplo (prácticamente desconocido) de arquitectura civil del medievo que podemos encontrar es lo que queda del "Palacio del Chantre de Coca"...
¿Cómo? ¿Un palacio medieval en Ciudad Real? Vayamos por partes:
- ¿Un palacio? Por ser Villa Real un núcleo de cierta importancia, había asentados nobles o rico-hombres que, como viene siendo costumbre en la especie humana desde tiempos ancestrales, el que más tiene, más y mejor ostenta. Si se puede, hay que tener una más grande y llamativa vivienda que la de tu vecino, cosa que suele ser más fácil para aquellos que tienen el dinero por castigo. Como no parece haber constancia de haber existido grandes palacios en la ciudad, hablamos más bien de un palacete o vivienda noble.
- ¿Chantre? Pues es la denominación que se le concedía a ciertos clérigos, en concreto a los responsables del coro en una catedral, entre otras funciones.
- ¿Coca? Era el apellido de Fernando Alonso de Coca. Fue chantre de Coria (Cáceres), capellán de los Reyes Católicos, confesor de la Reina Isabel I de Castilla y canónigo en Sigüenza (Guadalajara), donde participa en las obras de la catedral. Su tumba se encuentra en Ciudad Real, en una capilla de la iglesia de San Pedro, templo en el que también participa en su construcción. Su bello sepulcro guarda por todo ello, en muchos detalles, semejanza con el famoso Doncel de Sigüenza, que sin duda conocía bien. Es otra pequeña joya medieval, inmerecidamente poco conocida de Ciudad Real.
¿Y dónde está este magnífico y suntuoso palacio? Pues reducido a escombros, como la mayor parte de la Villa Real medieval. Pero un pequeño vestigio ha llegado a nuestros días: El arco de una puerta y una ventana. Ambos fueron descubiertos en 1994 integrados en una antigua vivienda de la Calle Real. Tan solo 10 años después, la casa fue completamente demolida para construir sobre su solar un bloque de viviendas. Esa ha sido la historia que tantas veces se ha repetido en la ciudad, hasta hacer desaparecer casi por completo cualquier traza arquitectónica antigua.
Aparentemente, el palacete ya había sido destruido antes, reaprovechando después esos elementos (arco y ventana) en la construcción de la vivienda donde se encontró. Desconozco si la ubicación original del palacio fue esa, pero no debió estar muy lejos, por ser el barrio cristiano. El nombre de las calles adyacentes nos dan también una idea de que debía ser una zona noble (Calles Reyes, Real, Infantes...) y cercana a la catedral.
Lo mismo que ocurrió siglos antes, sucedió en el derribo de 2004. Se reutilizaron esos elementos para integrarlos en el bloque de pisos actual. Existían más de 100 portadas con escudos heráldicos en Ciudad Real, de las que apenas nos queda alguna en su lugar, también integrada en edificios actuales. Al menos podemos seguir viéndolos, aunque en un contexto absolutamente desubicado. Tristemente, hoy en día, la base del arco del palacete del Chantre de Coca es un lugar donde los perros, con frecuencia, alivian su vejiga (acompañados de sus amos, claro), como se aprecia en las fotos, por el color oscuro y sucio que toma la piedra caliza con la que está construido.
En otras ciudades en las que han cuidado más su patrimonio, este arco pasaría prácticamente desapercibido entre otros muchos (imaginad encontrarlo en Toledo). En cambio, encontrarlo en Ciudad Real es cuanto menos llamativo. No obstante su historia resulta prácticamente desconocida. He ahí la razón por la que le dedico esta entrada.
Más información y fotos antiguas en estos enlaces de www.ciudad-real.es, donde se reproducen los artículos de José López de la Franca y Gallego, publicados en el diario Lanza, 12 de julio de 1998 y 28 de septiembre de 2004:
- Palacio de Chantre de Coca (1)
- Palacio de Chantre de Coca (2)
- Palacio de Chantre de Coca (3)
Como núcleo Real, pronto adquiere importancia para cumplir su misión de control. Se construye una gran muralla de 5 km de perímetro y un Alcázar Real. Desde su fundación (en el siglo XIII) hasta el siglo XV, la ciudad adquiere progresiva importancia, asentándose y conviviendo comunidades cristianas, musulmanas y judías. Se levantan iglesias, sinagogas y mezquitas, así como diferentes edificios civiles e instituciones de importancia. Por ejemplo, Ciudad Real tuvo el "honor" de ser una de las primeras ciudades que acogió a un tribunal de la inquisición (1483) tras Córdoba y Sevilla que lo hicieron un par de años antes.
Pero tremendamente extraño es encontrar en la ciudad elementos de su pasado medieval, exceptuando el castigado arco del Alcázar, el triste lienzo de muralla, la puerta de Toledo, las iglesias de Santiago y San Pedro y algún que otro puntual resto exhibido en el museo. Todos ellos, son restos de construcciones militares o religiosas. Los restos de construcción civil son prácticamente inexistentes.
Nada que nos recuerde la judería, la morería o el barrio cristiano, salvo el nombre o trazado de alguna calle, donde las viejas casas fueron dando paso a lo largo de los siglos a otro tipo de viviendas, llegando en el siglo XX a bloques de pisos residenciales de arquitectura insustancial.
En Ciudad Real, donde tradicionalmente han primado la pala y la piqueta sobre la conservación y rehabilitación, quizá el único ejemplo (prácticamente desconocido) de arquitectura civil del medievo que podemos encontrar es lo que queda del "Palacio del Chantre de Coca"...
Detalle de la ventana gótica. La columna central es fruto de la restauración. Sobre los arcos lobulados, un pino y sendos leones a los lados (elementos que formaban el escudo de armas de los Coca) |
¿Cómo? ¿Un palacio medieval en Ciudad Real? Vayamos por partes:
- ¿Un palacio? Por ser Villa Real un núcleo de cierta importancia, había asentados nobles o rico-hombres que, como viene siendo costumbre en la especie humana desde tiempos ancestrales, el que más tiene, más y mejor ostenta. Si se puede, hay que tener una más grande y llamativa vivienda que la de tu vecino, cosa que suele ser más fácil para aquellos que tienen el dinero por castigo. Como no parece haber constancia de haber existido grandes palacios en la ciudad, hablamos más bien de un palacete o vivienda noble.
- ¿Chantre? Pues es la denominación que se le concedía a ciertos clérigos, en concreto a los responsables del coro en una catedral, entre otras funciones.
- ¿Coca? Era el apellido de Fernando Alonso de Coca. Fue chantre de Coria (Cáceres), capellán de los Reyes Católicos, confesor de la Reina Isabel I de Castilla y canónigo en Sigüenza (Guadalajara), donde participa en las obras de la catedral. Su tumba se encuentra en Ciudad Real, en una capilla de la iglesia de San Pedro, templo en el que también participa en su construcción. Su bello sepulcro guarda por todo ello, en muchos detalles, semejanza con el famoso Doncel de Sigüenza, que sin duda conocía bien. Es otra pequeña joya medieval, inmerecidamente poco conocida de Ciudad Real.
Sepulcro de Fernando Alonso de Coca Iglesia de San Pedro (Ciudad Real) |
¿Y dónde está este magnífico y suntuoso palacio? Pues reducido a escombros, como la mayor parte de la Villa Real medieval. Pero un pequeño vestigio ha llegado a nuestros días: El arco de una puerta y una ventana. Ambos fueron descubiertos en 1994 integrados en una antigua vivienda de la Calle Real. Tan solo 10 años después, la casa fue completamente demolida para construir sobre su solar un bloque de viviendas. Esa ha sido la historia que tantas veces se ha repetido en la ciudad, hasta hacer desaparecer casi por completo cualquier traza arquitectónica antigua.
Arco y ventana: Únicos restos del palacete medieval del Chantre de Coca. Foto de junio 2017. |
Aparentemente, el palacete ya había sido destruido antes, reaprovechando después esos elementos (arco y ventana) en la construcción de la vivienda donde se encontró. Desconozco si la ubicación original del palacio fue esa, pero no debió estar muy lejos, por ser el barrio cristiano. El nombre de las calles adyacentes nos dan también una idea de que debía ser una zona noble (Calles Reyes, Real, Infantes...) y cercana a la catedral.
Detalle del escudo de armas de los Coca en la piedra clave del arco. En este elemento se basa la hipótesis para afirmar que estos son los restos del palacete de Alonso de Coca. |
Lo mismo que ocurrió siglos antes, sucedió en el derribo de 2004. Se reutilizaron esos elementos para integrarlos en el bloque de pisos actual. Existían más de 100 portadas con escudos heráldicos en Ciudad Real, de las que apenas nos queda alguna en su lugar, también integrada en edificios actuales. Al menos podemos seguir viéndolos, aunque en un contexto absolutamente desubicado. Tristemente, hoy en día, la base del arco del palacete del Chantre de Coca es un lugar donde los perros, con frecuencia, alivian su vejiga (acompañados de sus amos, claro), como se aprecia en las fotos, por el color oscuro y sucio que toma la piedra caliza con la que está construido.
Foto tomada en 2004 durante el derribo de la casa que albergaba los restos (Foto: José López de la Franca y Gallego, extraída de www.ciudad-real.es) |
En otras ciudades en las que han cuidado más su patrimonio, este arco pasaría prácticamente desapercibido entre otros muchos (imaginad encontrarlo en Toledo). En cambio, encontrarlo en Ciudad Real es cuanto menos llamativo. No obstante su historia resulta prácticamente desconocida. He ahí la razón por la que le dedico esta entrada.
Más información y fotos antiguas en estos enlaces de www.ciudad-real.es, donde se reproducen los artículos de José López de la Franca y Gallego, publicados en el diario Lanza, 12 de julio de 1998 y 28 de septiembre de 2004:
- Palacio de Chantre de Coca (1)
- Palacio de Chantre de Coca (2)
- Palacio de Chantre de Coca (3)
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Patrimonio descuidado, memoria perdida 😔
ResponderEliminarAsí nos va. En fin...
EliminarGracias por leer, Eze.