Castillo de Doña Berenguela

El castillo al que viajamos hoy no es que sea poco conocido, pero sí que es un tanto peculiar. Cuando uno se imagina una fortaleza medieval, más bien se forma una imagen mental de un castillo sobre un risco inaccesible o a lo sumo en una loma o cerro que tenga un difícil acceso y buena visibilidad. No era cuestión de poner las cosas fáciles ante un posible asedio enemigo. Pero el castillo de Doña Berenguela, en Bolaños de Calatrava, no cumple con esa premisa, pues se trata de una fortaleza de llanura. Tan llano el terreno y de tan fácil acceso que con el tiempo quedó integrada dentro del casco urbano del pueblo.

Exterior del castillo de Doña Berenguela

Se trata de una fortaleza árabe construida entre los siglos X y XI para custodiar el camino entre Córdoba y Toledo. El castillo fue reconquistado en la campaña de las Navas de Tolosa (1212). Después, Alfonso VIII dona el castillo a su hija Berenguela. Es por ello, y por ser la "primera" propietaria conocida por la que el castillo toma su nombre. Ya en 1229, Doña Berenguela donará el castillo a la Orden de Calatrava que lo convertiría después en la sede una de sus encomiendas.

El castillo, de planta prácticamente cuadrada estuvo compuesto por un foso que rodeaba la muralla. Tenía una torre en cada esquina, de la que solo se conservan dos (una de ellas parcialmente). Las otras dos están desaparecidas, pues se supone que podían haber estado construidas de tapial. En el interior, el patio de armas, en el que encontramos vestigios de algunas construcciones de diferentes épocas: unos baños árabes, el aljibe y finalmente, un pósito construido por los calatravos.

El acceso al castillo se realizaba originalmente junto a la torre prieta, en una puerta en recodo, como era habitual en las fortalezas musulmanas. Ese acceso fue destruido y posteriormente, cuando ya el castillo perdió su función defensiva, la Orden de Calatrava abrió en la muralla la pequeña puerta por la que se accede actualmente.

Los principales elementos constructivos y restos que podemos encontrar en el castillo son los siguientes:

- Patio de armas: Limitado por las murallas y en el que se podemos encontrar restos de otras estancias, aparecidas tras diferentes estudios arqueológicos. Aquí podemos ver los vestigios de unos baños árabes. También, en el centro del patio de armas, un aljibe y diferentes conducciones que llevaban el agua hasta él. A los pies de la torre del homenaje, los restos de un pósito que fue construido por los calatravos, para uso de la encomienda de Bolaños. En él se observan distintos compartimentos donde se podía almacenar cereal, vinos, aceites...

Restos de los baños árabes en el patio de armas.
También se aprecian conducciones de agua.

Otro detalle del patio de armas con montón de bolaños en primer término.

- Torre Prieta: Junto a la entrada actual del castillo. Conserva gran parte de su estructura original, aunque la parte superior fue destruida, por lo que se desconoce la altura que tendría.

Acceso a la torre prieta.

Torre prieta desde el exterior.

- Torre del homenaje: También llamada "torre alta". Consta de varias plantas y en cada una de ellas una estancias que se pueden visitar. En la parte baja, una mazmorras, que originalmente sólo tenía acceso desde su parte superior, a unos 3 metros del suelo, desde donde se arrojaban los presos. Posteriormente los calatravos abrirían una puerta desde el patio de armas, para darle otros usos. Los pisos superiores supuestamente se dedicaban al alojamiento, en la parte más noble y segura del castillo. La terraza superior consta de varias saeteras desde la que cubrir visualmente la muralla y disparar desde ellas.

Torre alta con varias plantas: La puerta bajo las escaleras da acceso a lo que eran las mazmorras.
A los pies de la torre, los restos de los que era el pósito de la encomienda de la Orden de Calatrava.

Una de las salas dentro de la torre alta.

- Muralla y adarve: La muralla rodea todo el castillo. Sobre ella, el adarve o camino de ronda al que se accedía desde las torres, atravesando éstas en algún caso.

Vista que desde lo alto de la torre del homenaje se tiene de la muralla y adarve.

- Foso: Rodeaba todo el castillo, con función defensiva, aunque actualmente sólo se aprecia en parte. Se situaba a los pies de la muralla, con unos 3 metros de profundidad y otros tantos de anchura, impidiendo adosar a la muralla máquinas de asedio, como bastidas (torres de madera con ruedas que se juntaban a la muralla para poder asaltarla desde el exterior) o arietes (servían para echar abajo puertas o muros).

Parte del foso, a los pies de la torre alta, cavado en roca viva.
En un rincón del fondo, dos bolaños aparecidos en las excavaciones.

Como curiosidad, cabe decir que tanto en varios lugares del castillo, como en los jardines del exterior, podemos encontrar bolaños. Los bolaños son los proyectiles de piedra, de forma esférica, que se lanzaban en las primitivas piezas de artillería o en catapultas. Aunque pueda parecer así, el nombre del pueblo no proviene de la abundancia de estos proyectiles en el lugar, sino que Bolaños de Calatrava toma su denominación en honor a uno de los primeros repobladores cristianos tras la reconquista, procedente de Galicia, que pertenecía al linaje "Bolaños y Ribadeneyra" y que daría su nombre a la villa y como escudo, el de su casa de armas.

Jardines exteriores y torres.

El castillo de Doña Berenguela merece una tranquila visita para conocerlo en profundidad y con detalle. No hay excusa dada su ubicación y accesibilidad. En las últimas décadas se ha hecho un gran esfuerzo por recuperar el castillo y darle uso para actividades culturales, lo que se ha logrado. Además, hoy en día se puede visitar y descubrir los diferentes elementos que lo componen, ayudados por los paneles informativos o una visita guiada. Ojalá sirviera de ejemplo para otros muchos elementos patrimoniales olvidados en La Mancha.

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