Muy pocas son las muestras de cuevas fortificadas de periodo islámico y medieval que podemos ver en España; casi se cuentan con los dedos de las manos (y quizá sobren). Pero lo que todavía menos gente conoce, es que tenemos la suerte de contar con una de esas cuevas en Castilla-La Mancha, concretamente en la comarca de La Manchuela. Se trata de la Cueva de Garadén, en Alcalá del Júcar (Albacete).
Algo que es importante aclarar es que no debemos confundir esta cueva de Garaden con la cueva turística que existe dentro del casco urbano de Alcalá del Júcar. Dentro del pueblo existen varias casas-cueva con largos túneles, donde hay bares y museos, habilitados para que el turista de un paseo por ellos, admire las vistas desde los miradores y se tome un refrigerio. Uno de estos túneles, antiguamente conocido como el túnel de la Anacleta, recibe ahora el nombre de Cueva de Garadén. El propietario la rebautizó tomando el nombre de la gran cueva fortificada (bien para hacerle los honores o bien para aprovechar su nombre como reclamo turístico). Si preguntamos dentro del pueblo por la cueva de Garadén, lo seguro es que nos dirigirán a la cueva turística. No obstante, el túnel de la Anacleta es de gran interés, pues se estima que puede también haberse construido en época islámica, hace casi 8 siglos, aunque haya sufrido remodelaciones posteriores, siendo en el casco urbano la cueva más antigua (como mínimo data desde el siglo XVIII) y mejor conservada. Pero debemos saber que la original cueva de Garadén, a la que se hace referencia en antiguos escritos, es la cueva fortificada fuera del núcleo urbano. Y de esa es de la que hoy vamos a hablar.
¿Y qué es una cueva fortificada y para qué se construía? Pues su uso era básicamente el mismo de cualquier lugar fortificado, como podía ser un castillo, solo que para su construcción se utilizaba una cueva ya existente, que por su tamaño y morfología pudiera adaptarse para tal menester. De esa manera, bastaba con construir los elementos defensivos necesarios a la entrada de la cueva para poder proteger completamente la plaza fuerte, ya que la entrada solía ser el único lugar vulnerable o por el que un atacante podría acceder. Después, el interior, se adaptaba construyendo las estancias necesarias, almacenes y habitualmente, un aljibe.
Además, en muchas ocasiones, llegar hasta la entrada no resultaba nada sencillo para un invasor, pues se podía encontrar a considerable altura del suelo y el acceso se solía realizar a través de escalas que podrían ser retiradas por los ocupantes de la cueva en caso de asedio, imposibilitando así el acceso de lo atacantes. Eso además, facilitaba la construcción de los muros que defenderían la cueva, pues no era necesario dotarlos de excesivo grosor o dureza; resultaría imposible adosar a ellos maquinaria de asedio (como podría ser un ariete) para derribarlos, cosa que suele ser más sencilla en un castillo.
Por las anteriores razones, resultaba pues más barata la construcción de una fortificación si se encontraba una cueva adecuada (o cualquier otro accidente natural) en la que bastase adaptar ciertos elementos, que si había que levantar un castillo entero. Vamos, lo que viene siendo aprovechar la morfología del terreno.
La cueva de Garadén, se tiene constancia de que fue construida en periodo de dominación islámica. Ya a comienzos del siglo XIII aparece mencionada en las crónicas entre las fortalezas que Alfonso VIII reconquistó durante la campaña que desembocaría en Las Navas de Tolosa, junto con las de Jorquera y Alcalá del Júcar. Aparece también mencionada en las Relaciones Topográficas de Felipe II (siglo XVI), en la que se la describe como indico a continuación, resumiendo y adaptando el idioma al castellano actual para hacerlo más legible: "...a media legua de esta villa (Alcalá), en una cueva, en una peña muy alta, la cual se dice el castillo de Garadén dentro de la cual hay unas tapias de anchura de cinco o seis pies, y hay un aljibe dentro, pequeño, que parece estar hecho en la misma peña. Y por la parte de hacia el río Júcar, que está al pie, parece que antiguamente había puente y edificio, por donde subían al dicho castillo de Garadén. Y a la parte de hacía el mediodía, por ambos lados, estaba cercada de una muralla de tapial con una grande costra muy buena, y hoy en día se ve parte de dicha muralla, y en el río, en par del dicho castillo de Garadén, hay un pontón de calicanto, por donde pasaban el río, y cerca de dicho castillo, a tiro de ballesta hay un llano cerca del río donde se ven muchos edificios de casas y yesares como enterraban allí a los que morían, y en dicho castillo, por un lado de la peña, hay un agujero por donde se puede entrar a él, entrando agachada una persona delante de otra, y por encima de dicho castillo, que es todo peña, hay un agujero hecho a mano con pico [...]".
Como vemos, en el siglo XVI ya estaba abandonada, pero describe varios elementos que ayudan a interpretar lo que antiguamente fue esta fortaleza. Algunos de ellos aún podemos verlos en la actualidad. La cueva se encuentra ubicada en una pared vertical de unos 80 metros de altura. La pared presenta una gran abertura de unos 40 metros de ancho, unos 35 de profundidad y unos 60 de altura. Además, este gran agujero no se encuentra al nivel del suelo, sino que está suspendido aproximadamente a 40 metros desde el nivel del río. Como podéis comprobar, no se trata de una ubicación precisamente fácil de asaltar.
Esta enorme oquedad natural se adaptó en su día artificialmente para su uso como fortificación. Como narran las Relaciones Topográficas, estaba cerrada mediante una muralla de tapial y se construyeron en su interior un aljibe y varias estancias, cavando sobre la misma roca (aprovechando la poca dureza de la piedra caliza que abunda en la zona). También es de suponer que contase con estructuras de madera, como pasarelas o escalas para facilitar el tránsito por la cueva o su acceso. Por lo que se describe, contaba también con un puente cercano, una necrópolis y viviendas cercanas (a nivel del río), además de algunas cuevas más, de menor tamaño, construidas artificialmente en las proximidades. Todo ello, da que pensar que se trataba más bien de un pequeño complejo o ciudadela, posiblemente asociado a otra fortificación cercana (Alcalá del Júcar, a unos 2 km), y de la que ejercía como defensa adicional o para el almacenaje de excedente de grano, alimentos y otras materias primas.
En la actualidad, lo más recomendable es ver la cueva desde lejos, ya que el acceso a la misma es extremadamente difícil y peligroso. Aún existe el acceso a través de un pasadizo (tal y como se narra en las Relaciones Topográficas), en la parte superior de la cueva, a media altura del barranco, pero llegar hasta él no es nada recomendable, a no ser que seas una cabra. Igualmente, pasar por él a la cueva y deambular por ella es temerario. Un paso en falso te arrastraría al exterior de la cueva, a una caída vertical de 40 metros. La mayoría de elementos constructivos han desaparecido y solo se conservan en el interior restos del aljibe y restos de algunas estancias cavadas en la roca. Del muro exterior de tapial que protegía la cueva apenas quedan restos visibles. La erosión y los frecuentes desprendimientos han ido destruyendo los vestigios del castillo. También, todavía se puede apreciar el orificio en el techo de la cueva del que se habla en las Relaciones Topográficas. Quizá fuera utilizado para, con algún tipo de cuerda y polea, poder introducir bienes en el interior desde la parte superior.
Otros ejemplos de las escasas cuevas fortificadas del periodo islámico conservadas en España son la Cueva del Rey Moro (Caravaca de la Cruz - Murcia) o la cueva del Caco (Los Fayos - Zaragoza). En fin, que la cueva de Garadén es un ejemplo de patrimonio único en Castilla - La Mancha, y que en mi opinión, es bastante desconocido y al que no se le da la importancia que por su rareza merece.
Fuentes de algunas de las fotos del artículo (ver las anotaciones al pie de foto), donde podréis encontrar alguna foto más:
- El blog de Tuico
- Caminos y senderos manchegos
La cueva fortificada de Garadén |
Algo que es importante aclarar es que no debemos confundir esta cueva de Garaden con la cueva turística que existe dentro del casco urbano de Alcalá del Júcar. Dentro del pueblo existen varias casas-cueva con largos túneles, donde hay bares y museos, habilitados para que el turista de un paseo por ellos, admire las vistas desde los miradores y se tome un refrigerio. Uno de estos túneles, antiguamente conocido como el túnel de la Anacleta, recibe ahora el nombre de Cueva de Garadén. El propietario la rebautizó tomando el nombre de la gran cueva fortificada (bien para hacerle los honores o bien para aprovechar su nombre como reclamo turístico). Si preguntamos dentro del pueblo por la cueva de Garadén, lo seguro es que nos dirigirán a la cueva turística. No obstante, el túnel de la Anacleta es de gran interés, pues se estima que puede también haberse construido en época islámica, hace casi 8 siglos, aunque haya sufrido remodelaciones posteriores, siendo en el casco urbano la cueva más antigua (como mínimo data desde el siglo XVIII) y mejor conservada. Pero debemos saber que la original cueva de Garadén, a la que se hace referencia en antiguos escritos, es la cueva fortificada fuera del núcleo urbano. Y de esa es de la que hoy vamos a hablar.
¿Y qué es una cueva fortificada y para qué se construía? Pues su uso era básicamente el mismo de cualquier lugar fortificado, como podía ser un castillo, solo que para su construcción se utilizaba una cueva ya existente, que por su tamaño y morfología pudiera adaptarse para tal menester. De esa manera, bastaba con construir los elementos defensivos necesarios a la entrada de la cueva para poder proteger completamente la plaza fuerte, ya que la entrada solía ser el único lugar vulnerable o por el que un atacante podría acceder. Después, el interior, se adaptaba construyendo las estancias necesarias, almacenes y habitualmente, un aljibe.
Visión lejana de la cueva, desde la pedanía de Casas del Cerro. Se divisa la gran cueva en en la pared de un peñasco en plena Hoz del Júcar. |
Además, en muchas ocasiones, llegar hasta la entrada no resultaba nada sencillo para un invasor, pues se podía encontrar a considerable altura del suelo y el acceso se solía realizar a través de escalas que podrían ser retiradas por los ocupantes de la cueva en caso de asedio, imposibilitando así el acceso de lo atacantes. Eso además, facilitaba la construcción de los muros que defenderían la cueva, pues no era necesario dotarlos de excesivo grosor o dureza; resultaría imposible adosar a ellos maquinaria de asedio (como podría ser un ariete) para derribarlos, cosa que suele ser más sencilla en un castillo.
Por las anteriores razones, resultaba pues más barata la construcción de una fortificación si se encontraba una cueva adecuada (o cualquier otro accidente natural) en la que bastase adaptar ciertos elementos, que si había que levantar un castillo entero. Vamos, lo que viene siendo aprovechar la morfología del terreno.
La cueva de Garadén, se tiene constancia de que fue construida en periodo de dominación islámica. Ya a comienzos del siglo XIII aparece mencionada en las crónicas entre las fortalezas que Alfonso VIII reconquistó durante la campaña que desembocaría en Las Navas de Tolosa, junto con las de Jorquera y Alcalá del Júcar. Aparece también mencionada en las Relaciones Topográficas de Felipe II (siglo XVI), en la que se la describe como indico a continuación, resumiendo y adaptando el idioma al castellano actual para hacerlo más legible: "...a media legua de esta villa (Alcalá), en una cueva, en una peña muy alta, la cual se dice el castillo de Garadén dentro de la cual hay unas tapias de anchura de cinco o seis pies, y hay un aljibe dentro, pequeño, que parece estar hecho en la misma peña. Y por la parte de hacia el río Júcar, que está al pie, parece que antiguamente había puente y edificio, por donde subían al dicho castillo de Garadén. Y a la parte de hacía el mediodía, por ambos lados, estaba cercada de una muralla de tapial con una grande costra muy buena, y hoy en día se ve parte de dicha muralla, y en el río, en par del dicho castillo de Garadén, hay un pontón de calicanto, por donde pasaban el río, y cerca de dicho castillo, a tiro de ballesta hay un llano cerca del río donde se ven muchos edificios de casas y yesares como enterraban allí a los que morían, y en dicho castillo, por un lado de la peña, hay un agujero por donde se puede entrar a él, entrando agachada una persona delante de otra, y por encima de dicho castillo, que es todo peña, hay un agujero hecho a mano con pico [...]".
Como vemos, en el siglo XVI ya estaba abandonada, pero describe varios elementos que ayudan a interpretar lo que antiguamente fue esta fortaleza. Algunos de ellos aún podemos verlos en la actualidad. La cueva se encuentra ubicada en una pared vertical de unos 80 metros de altura. La pared presenta una gran abertura de unos 40 metros de ancho, unos 35 de profundidad y unos 60 de altura. Además, este gran agujero no se encuentra al nivel del suelo, sino que está suspendido aproximadamente a 40 metros desde el nivel del río. Como podéis comprobar, no se trata de una ubicación precisamente fácil de asaltar.
Cueva de Garadén, desde la base de la peña. Impresiona estar ahí debajo. (Foto: Blog "Caminos y senderos manchegos") |
Esta enorme oquedad natural se adaptó en su día artificialmente para su uso como fortificación. Como narran las Relaciones Topográficas, estaba cerrada mediante una muralla de tapial y se construyeron en su interior un aljibe y varias estancias, cavando sobre la misma roca (aprovechando la poca dureza de la piedra caliza que abunda en la zona). También es de suponer que contase con estructuras de madera, como pasarelas o escalas para facilitar el tránsito por la cueva o su acceso. Por lo que se describe, contaba también con un puente cercano, una necrópolis y viviendas cercanas (a nivel del río), además de algunas cuevas más, de menor tamaño, construidas artificialmente en las proximidades. Todo ello, da que pensar que se trataba más bien de un pequeño complejo o ciudadela, posiblemente asociado a otra fortificación cercana (Alcalá del Júcar, a unos 2 km), y de la que ejercía como defensa adicional o para el almacenaje de excedente de grano, alimentos y otras materias primas.
En la actualidad, lo más recomendable es ver la cueva desde lejos, ya que el acceso a la misma es extremadamente difícil y peligroso. Aún existe el acceso a través de un pasadizo (tal y como se narra en las Relaciones Topográficas), en la parte superior de la cueva, a media altura del barranco, pero llegar hasta él no es nada recomendable, a no ser que seas una cabra. Igualmente, pasar por él a la cueva y deambular por ella es temerario. Un paso en falso te arrastraría al exterior de la cueva, a una caída vertical de 40 metros. La mayoría de elementos constructivos han desaparecido y solo se conservan en el interior restos del aljibe y restos de algunas estancias cavadas en la roca. Del muro exterior de tapial que protegía la cueva apenas quedan restos visibles. La erosión y los frecuentes desprendimientos han ido destruyendo los vestigios del castillo. También, todavía se puede apreciar el orificio en el techo de la cueva del que se habla en las Relaciones Topográficas. Quizá fuera utilizado para, con algún tipo de cuerda y polea, poder introducir bienes en el interior desde la parte superior.
Detalle del pasadizo de entrada. (Foto: Blog "Caminos y senderos manchegos") |
El agujero visto desde abajo. (Foto: Blog "Caminos y senderos manchegos") |
Foto desde el interior, accediendo por el pasadizo. Aún se aprecian algunos almacenes cavados, pero la erosión y desprendimientos han hecho su trabajo durante siglos. (Foto: Blog "Caminos y senderos manchegos") |
Otros ejemplos de las escasas cuevas fortificadas del periodo islámico conservadas en España son la Cueva del Rey Moro (Caravaca de la Cruz - Murcia) o la cueva del Caco (Los Fayos - Zaragoza). En fin, que la cueva de Garadén es un ejemplo de patrimonio único en Castilla - La Mancha, y que en mi opinión, es bastante desconocido y al que no se le da la importancia que por su rareza merece.
Fuentes de algunas de las fotos del artículo (ver las anotaciones al pie de foto), donde podréis encontrar alguna foto más:
- El blog de Tuico
- Caminos y senderos manchegos
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