Venta del Tizón

En Manzanares, en la salida 167 de la autovía A-4 existe un área de servicio en la que se ubica un restaurante llamado "Venta del Tizón". Este lugar, toma su nombre de la antigua venta ubicada en las inmediaciones y de la que aún pueden observarse sus restos, que avanzan inexorablemente hacía la ruina.

Venta del Tizón

Antes de empezar a hablar de esta venta manchega, no está de más repasar otros artículos anteriores aparecidos en el blog, en los que se muestran otras ventas de interés, y donde se explica el origen y uso de este tipo de establecimientos, que pasaban por ser los "hoteles de carretera" de hace siglos. Basta con pinchar sobre este enlace para mostrar todas las entradas etiquetadas como Ventas.

La venta del Tizón, aparece también referenciada en antiguos mapas o escritos como "casa del alcaide Don Juan", o simplemente "casa de Don Juan".

Casa de Don Juan, en un antiguo mapa topográfico .
Nótese que aunque ya aparece la carretera N-IV, la distribución de los caminos junto a la venta es diferente a la actual.

En el "Cuaderno de estudios Manchegos 12/1978, nº 8 - II época", se indica lo siguiente: "Con relación a las ventas, una nueva nos aparece en 1804: la llamada Casa de Don Juan. Su posición habría que fijarla a una legua de Manzanares. y fue abierta al parecer con motivo de la inauguración del camino real de Madrid a Cádiz; antes era casa de labor. Madoz la enclava a las 5/4 partes de legua en dirección a Madrid y a mano izquierda.".

Si hacemos caso a tal afirmación, los caminos reales fueron trazados a mediados del siglo XVIII, por lo que la fecha de la apertura de la venta del Tizón cuadra con el tránsito del siglo XVIII al XIX. Se trata pues de un establecimiento, que aunque la construcción pueda ser anterior, surgió para satisfacer las necesidades de los viajeros junto a un camino real. En La Mancha, junto a los márgenes de estos caminos reales, proliferaron las ventas y lugares de descanso, como ya hemos visto en otros artículos de este blog, por ejemplo, el de la Venta del Pinar, en San Clemente (Cuenca), otra venta de similares características y que recuerda por su estructura y estado a esta venta del Tizón.

La situación actual de la venta es de abandono y ruina progresiva. Dado su estado, en el que ya se han venido abajo muchas de sus cubiertas, la entrada de agua de lluvia al interior hace rápidos estragos en las estructuras, pudriendo vigas de madera y erosionando barro de muros de tapial y adobe. En estas condiciones, los derrumbes se aceleran. A pesar de ello, aún se mantiene en pie parte de la venta, mostrando interesantes soluciones constructivas tradicionales y de arquitectura popular. En cualquier caso, sin una urgente intervención, el destino de estas construcciones sin uso ni mantenimiento no puede ser otro que el de su deterioro, colapso y desaparición. Una lástima que se pierdan de esta manera valiosos ejemplos como este, de nuestra esencia constructiva tradicional manchega.

La venta del Tizón tiene una gran planta cuadrada de unos 40 metros. El perímetro norte y oeste lo ocupan diversas dependencias auxiliares y también posiblemente destinadas a las caballerías o ganado. 

Gran corral.

La ruina es evidente, dejando al descubierto estructuras y estancias desnudas.

Corral.

Lo que podría ser una cocina: Estancia con chimenea.
El suelo se presenta cubierto por los cascotes caídos del techo.

En el extremo sureste se ubica el edificio principal. Es la zona residencial donde se alojarían los clientes, compuesta a su vez por otro edificio de planta cuadrada de unos 20 metros, en cuyo interior se encuentra un patio. La estructura es la de una típica gran casa de campo manchega con las estancias alrededor de ese patio central. Las construcción está realizada mayoritariamente en tapial encalado, aunque también se observan zonas donde quedan adobes al descubierto o piedra caliza, esta última sobre todo en las zonas bajas como cimentación. Entre la zona residencial y las dependencias auxiliares, un gran corral. También, en fotos aéreas, se pueden adivinar estructuras aledañas, ya casi desaparecidas sobre el terreno, que también servirían de corrales.

Otra perspectiva del edificio.

Se observa en la parte inferior la construcción con lascas de piedra caliza superpuesta.

Triste estampa ruinosa.

Una de las fachadas de piedra, adobe y tapial.

Este edificio es otro gran ejemplo de las numerosas ventas que jalonaban los caminos manchegos hace unos siglos. Muchas ya han desaparecido para siempre. De las que quedan, cada vez son menos e irremediablemente, su falta de uso y mantenimiento las está haciendo desaparecer. Una verdadera lástima que a este paso, estos edificios que definen parte de la identidad tradicional manchega, solamente podamos rememorarlos en antiguos escritos o vetustas fotos.

Más fotos e información de la venta del Tizón (y otras) en el blog "Arquitectura Popular Manchega": http://www.arquitecturapopularmanchega.es/2014/05/cap71-ventas-y-posadas-iv.html

Agradecimientos: Las fotos de esta entrada han sido cedidas por Miguel Ángel Maeso Buenasmañanas, autor del blog "Historia de Manzanares" -  http://www.manzanareshistoria.es

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