Santuario del Cristo de la Vida

Si en la provincia de Albacete hubiera que buscar un lugar que sorprenda por lo espectacular de sus vistas, sin lugar a dudas que este Santuario del Cristo de la Vida estaría entre los primeros de la lista. Y llama aún más la atención porque es un sitio no demasiado conocido fuera de la Manchuela y que quizá por eso aún sorprenda más. Llegar hasta él y encontrarse con el grandioso paisaje que lo rodea es un regalo inesperado para el que lo visita por primera vez.

Parte trasera del Santuario del Cristo de la Vida.


Santuario del Cristo de la Vida
Villa de Ves (Albacete)


Empinadísimo camino de acceso al Santuario.
Vehículos turismo convencionales: abstenerse de ascender. Mejor caminando.

Se trata de un templo que se asienta uno de las más espectaculares y sorprendentes parajes de La Manchuela, en el municipio de Villa de Ves (Albacete). El santuario se ubica sobre un peñón rocoso, en una de las laderas de los cañones del río Júcar, sobre el embalse del Molinar. En este mismo lugar  se encontraba el Castillo de Ves, y cuyos vestigios aún se adivinan en los alrededores: algunos lienzos de muralla, muros de tapial y restos de aljibes.

Del santuario, al parecer no existe demasiada documentación sobre su construcción o historia. Se sabe que fue construido a finales del siglo XVI. En el interior, algunas bóvedas de estilo gótico tardío, y varias capillas con retablos renacentistas y barrocos.

Coro y órgano.

Bóveda y altar mayor.

Púlpito y pinturas.
Al fondo, una capilla.

Retablo en una de las capillas.

Retablo del Cristo de la Vida.


El santuario se asoma peligrosamente al precipicio del cañón del Júcar. Para salvar el desnivel, el templo consta de dos plantas que albergan sendas criptas por debajo de la planta de la iglesia. En la capilla a la derecha según se mira al altar, una trampilla en el suelo da acceso a unas escaleras que descienden a la primera cripta, donde existen restos de nichos y antiguos enterramientos. Desde esa sala, otra trampilla (esta vez sin escaleras) comunica a su vez con otra cripta más profunda. Se cuenta que en estas criptas se encontraban varios cuerpos momificados que pudieron perderse en un incendio, del que al parecer, aún pueden encontrarse evidencias en las paredes calcinadas de la cripta inferior.

El acceso a estas criptas también puede hacerse desde un postigo que existen en la parte trasera del santuario, casi volando sobre el acantilado que se asoma sobre el río Júcar. Destacan los altos contrafuertes para sustentar las altas paredes.

Contrafuertes.

Sobre el elevado peñasco, el postigo da acceso a las criptas por la parte posterior del santuario.


El santuario, se asienta en una meseta elevada, sobre lo que parece era un recinto amurallado previo al castillo, lo que podría ser la "albacara", es decir, una zona que se rodeaba de un muro defensivo adosada a la fortaleza principal en su exterior, que podría servir para guardar el ganado, haciendo a su vez funciones de una primera zona defensiva antes del acceso al propio castillo, pero separada de este por murallas. A esta explanada donde se encuentra el santuario, solo puede accederse por un empinado camino desde el Barrio del Santuario (pequeña pedanía de Villa de Ves).

Desde lejos, se aprecia como el santuario se asienta sobre un peñasco amesetado.
A su derecha, otra meseta más alta con paredes inaccesibles era el lugar que ocupaba el castillo de Ves.


En cuanto el castillo propiamente dicho, se encuentra sobre un peñón inaccesible, más elevado aún que la meseta donde se encuentra el santuario, y cuyo acceso solamente se puede hacer desde la explanada del santuario. Por tanto, las construcciones se asientan sobre un peñón o muela, que tenía dos niveles diferenciados: en el inferior se encuentra actualmente el santuario y el superior era ocupado por el castillo. El castillo ya no tenía uso en el siglo XVI, según las Relaciones Topográficas de Felipe II (1575), pero posteriormente su recinto se aprovechó como cementerio, parece que hasta mediados del siglo XX. Al parecer aquí se encuentran enterrados algunos de los trabajores fallecidos durante la construcción de la cercana central del Molinar, que ya mereció hace tiempo un artículo propio en Mancha Ignota (¡6 años han pasado!) . El cementerio se encuentra abandonado desde hace décadas. La puerta y el acceso al castillo debería estar situada en las inmediaciones de lo que hoy es la puerta de ese cementerio, puesto que el resto del peñón cuenta con paredes prácticamente verticales e inaccesibles.

Se sabe que el castillo fue conquistado en época de Alfonso VIII en el siglo XIII, al parecer en el contexto de las campañas que desembocarían en la batalla de las Navas de Tolosa. Por lo que se trataba de un castillo anterior, y de origen musulman. En esta zona del río existía un vado y parece que el castillo servía para vigilar su paso, en un lugar donde los profundos cañones del río Jucar servían de frontera natural entre los reinos de Castilla y la taifa de Valencia.

Del castillo se aprecian pocos restos a simple vista. Algunos lienzos de murallas, aljibes, anchos muros de tapial (método constructivo frecuente en fortalezas medievales musulmanas). También existen remodelaciones de las guerras Carlistas (siglo XIX) que volvieron a dar uso a los restos de los muros que quedaban de la fortaleza, como también ocurre en otros castillos cercanos en la hoz del Júcar, como son los de Alcalá del Júcar o Jorquera.

En la parte alta, se ve una muralla, dotada de orificios para disparar. Previsiblemente remodelada por los carlistas durante el siglo XIX.

Murallas, tapiales y dependencias excavadas en la roca son los vestigios visibles del castillo de Ves.

Detalle de muralla musulmana. Se aprecian varias técnicas constructivas, que podrían pertenecer a diferentes épocas: Adobe, tapial, mampostería.
A la derecha, la puerta del cementerio. En este lugar probablemente se encontrara la puerta original a la fortaleza.

Detalle de las murallas.

La verticalidad de las paredes rocosas sirven de defensa natural.
En la parte superior izquierda, una tumba del cementerio que se asoma al abismo.

Lienzos de murallas, en los alrededores del Santuario.

Junto al Santuario también existen oquedades y dependencias excavadas en la roca, que pudieron pertenecer a la antigua fortaleza.


Y bueno... si hay algo que destaca sobremanera de este lugar es el espectacular entorno donde se enclava. En la ladera de los cañones del río Júcar, sobre un peñón inaccesible y con unas vistas de casi 360 grados que sobrevuelan el embalse del Molinar a más de un centenar de metros de altura sobre las aguas. Una visita obligatoria en la lista de los rincones más sorprendentes de la provincia de Albacete.

Presa del Molinar, desde el Santuario.


Cola del embalse del Molinar.


Otra perspectiva de la presa y embalse del Molinar.

Las inmensas vistas te hacen sentir muy pequeño.

Observando el paisaje sobre la roca.
Profundos y peligrosos peñascos se abren a nuestros pies.

Asombrosas vistas de Santuario sobre el cañón del Júcar, tomadas desde la carretera que viene de Villa de Ves.
Se observa lo abrupto de la orografía en esta zona del río.


Para saber más:

- Blog "Senderos misteriosos"

    Artículo sobre el santuario y sus criptas:

        https://senderosmisteriosos.blogspot.com/2014/10/santuarios.html

    Artículo sobre el cementerio y el castillo de Ves:

        https://senderosmisteriosos.blogspot.com/2016/02/la-villa-de-ves.html


Entradas relacionadas:

- Central "El Molinar"



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Comentarios

  1. Fantástico,como de costumbre

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  2. Una vez más gracias por descubrirnos este maravilloso enclave y la historia que hay detrás. Imagino por la situación que debió ser, quizás, habitado en la Prehistoria y de nuevo un culto pagano derivó en uno cristiano.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Desconozco si el lugar tiene antecedentes prehistóricos. Lo único cierto es que, como en otros lugares, la ubicación estratégica de un castillo dio lugar a un santuario. Dicho lo cual, en la hoz del Júcar y la Manchuela existen numerosos restos de asentamientos íberos pero ignoro si se ha encontrado alguna evidencia de ellos en el castillo o santuario.
      Gracias por el comentario, Rosa.

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