La Puebla

Seguramente, si sois de los que transitan la carretera desde Ciudad Real a Aldea del Rey, os habrá llamado la atención que en el cruce con la carretera de Pozuelo de Calatrava, hay una solitaria ermita al lado de la carretera. También, que atravesamos una aldea o finca, llamada "La Puebla", que si no es por los carteles de inicio y final de población y por el radar para reducir la velocidad, ni nos percataríamos de ella.

Ermita en La Puebla

La Puebla se trata de un conjunto de caseríos de labor, que conforman una pequeña aldea, casi a la orilla del río Jabalón. Esta aldea está hoy prácticamente deshabitada aunque se siguen usando las instalaciones para labores agrícolas. Cuenta con esta pequeña iglesia en lo alto del cerro al otro lado de la carretera.

El diccionario de Pascual Madoz menciona a La Puebla como unas casas de labor que formaban un anejo de la vecina Ciruela. De hecho, la pequeña iglesia estaba dedicada en ambas aldeas a la advocación de Santa Marina.

En contraste con los caseríos de la aldea, llama la atención el cuidado aspecto exterior de esta pequeña ermita, reconstruida a principio del siglo XX y restaurada recientemente. A pesar de ello, el acceso hasta el pequeño templo sólo puede hacerse andando. Prácticamente el camino está perdido y descuidado entre tierras de cultivo y vegetación, tanto que llegar a pie se hace prácticamente campo a través.

Fachada Oeste, por donde llega el... ¿camino?

Se trata de una modesta construcción, de una sola nave y con tejado a dos aguas, cubierto de teja árabe. La construcción se realizó en mampostería, ladrillo y alguna piedra labrada (sillería) en la parte baja de las esquinas, lo que le confiere mayor robustez a sus muros. Sobre su cara Oeste, una espadaña para albergar una inexistente campana. Destaca la puerta de entrada, en el lado Norte de la construcción. Se trata de un sencillo pero bello arco de medio punto construido con sillares de piedra. El cuidado estado exterior de la ermita sorprende tras haber llegado a ella recorriendo el abandonado camino de acceso.

Puerta: Sencilla pero muy bien cuidada y conservada.
El musgo en el suelo de esta fachada Norte, evidencia que la ermita no tiene demasiado uso.

Fachada Oeste, en mampostería, donde se aprecia una antigua puerta tapiada.

Al otro lado de la carretera, se encuentran los caseríos. Son un testigo mudo que delata la importancia que algún día tuvieron. A destacar la conservación del suelo empedrado a los pies de los caseríos y la entrada de dos de ellos. Una, conserva un escudo de armas de sus propietarios, encalado en el dintel de la puerta. Otra, una puerta construida con sencillos pero robustos sillares, sobre la cual encontramos un curioso y bien cuidado reloj de sol en piedra, de 1805.

Suelo empedrado frente a las viviendas

Puerta con reloj de sol sobre el dintel

Detalle del reloj de sol. Se lee "Año de 1805"

Puerta con el escudo de armas

Detalle del escudo encalado, en el dintel

Fachada de las viviendas

El conjunto de los caseríos desde uno de los caminos de acceso

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