Castillo de Luján

Este castillo, cerca de Saelices, en La Mancha conquense, es de los menos conocidos de la provincia de Cuenca. Se encuentra en ruinas pero aún conserva gran parte de la muralla y algunas torres.

Castillo de Luján: Fachada principal

Se trata de una construcción peculiar, ya que por su aspecto, asemeja una pequeña fortaleza. Pero si nos fijamos con detenimiento en sus elementos, encontraremos que sus estructuras no tienen tanta lógica defensiva, sino más bien decorativa y ornamental.

En primer lugar, el grosor de sus muros. Más que muros, son paredes. No aguantaría mucho ante una máquina de asedio o el uso de armas de fuego de cierto tamaño. Además, a lo largo de sus muros se abren demasiadas ventanas al exterior, algunas de gran tamaño. El gran número de aberturas y ventanas aplica también en sus torres. Las puertas, al norte y sur, a ras de suelo, con entrada directa al interior y más adornadas que defendidas. Muchas de las saeteras son meramente decorativas, pues no se colocan en cantidad ni en los mejores lugares para tener un buen disparo o defender puntos clave. Vamos, que en este "pseudocastillo" prima más la estética palaciega que el sentido militar. Consta además de un foso que lo rodea casi en su totalidad, excepto en las zonas más vulnerables, como son los accesos al recinto (otra razón más por la que pensar que el uso del foso era meramente ornamental). La planta de la construcción es pentagonal. El interior, es un gran patio diáfano lleno de escombros, que apenas conserva alguna estancia adosada a sus muros o el acceso a las torres o garitas.

Puerta Sur, desde el interior.
Se aprecia el poco grosor de sus muros.

Una de las desmoronadas torres

En el interior es un patio diáfano, lleno de escombros.

Detalle de una torre con gran ventanal
 (elemento que tiene más sentido ornamental que militar)

El castillo se construyó bien entrado el siglo XVI, posteriormente al año 1550. En esas fechas, ya no tenía apenas sentido fortificar un castillo a la manera medieval.

Se trata pues más bien de un palacio con aspecto fortificado y de castillo, con un estilo tirando a renacentista, quizá plateresco. De hecho, en mapas topográficos antiguos aparece indicado como las ruinas de un palacio, y no como un castillo. Posiblemente fuera construido sobre una pequeña fortaleza anterior, de la que no se observan aparentes vestigios, pero lo que queda de construcción, está más orientado al uso palaciego y residencial que al militar. Las vistas desde el lugar abarcan varios kilómetros, pues la edificación se alza sobre una elevación del terreno.

Vista trasera: Muro lleno de grandes ventanas a poca altura.

El estado actual es de abandono y ruina. No estaría de más consolidar lo que queda de este palacio, pues se trata de una curiosa y singular construcción renacentista, que debería ser preservada y mejor conocida.

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