Baños de Fontecha

Los baños de Fontecha son un hervidero cercano a Aldea del Rey. Se trata de otro de los numerosos baños de aguas medicinales que surgieron en la comarca del Campo de Calatrava a finales del siglo XIX y principios de XX. Están situados en el margen del río Jabalón y muy cerca de los baños del barranco, otro hervidero del que he hablado hace un par de entradas.

Baños de Fontecha

Si eres lector habitual de este blog, deberías ya saber lo que es un hervidero. Si no, lee la entrada la dedicada a los baños del emperador, donde encontrarás las causas geológicas que lo originan. La popularidad de los numerosos balnearios del Campo de Calatrava, decayó a mediados del siglo XX hasta casi su completa desaparición y olvido. Podéis encontrar más entradas dedicadas a otros baños y hervideros de la comarca si buscáis en este blog por la etiqueta "hervideros".

Estos baños de Fontecha, hoy completamente abandonados, al parecer eran también muy frecuentados, sumergiéndose los pacientes como parte del tratamiento para diversas enfermedades o malestares. En este caso, aún es visible la piscina circular, construida en piedra, de unos 6 metros de diámetro. Consta de unos escalones de piedra, que descienden hasta el agua, donde los bañistas podían sumergirse hasta aproximadamente 1.5 metros de profundidad.

El agua, tal y como ocurre en otros hervideros de la comarca, es rica en diferentes minerales y está cargada de dióxido de carbono, lo que le confiere un sabor agrio. En la piscina, un continuo burbujeo del gas carbónico procedente del subsuelo volcánico acompañaba durante el baño, haciendo parecer que el agua hierve, aunque en realidad no se encuentre caliente. Este burbujeo aún es apreciable en la superficie del agua de la alberca. La piscina, se encuentra poblada de carrizos y juncos, que casi impiden la visión del agua del fondo.

Piscina poblada de carrizos y juncos.
Se aprecia el notable burbujeo de sus aguas.

Junto a la piscina, existía una casa para el guarda y que se utilizaba como vestuarios durante el baño. De esta casa, muestra de arquitectura popular, construida de mampostería, solamente quedan las ruinas. Un par de paredes y un montón de piedras sirven de testigo de lo que fue en el pasado. Los vestigios de una chimenea en una de las paredes dan una idea de la modesta estancia que podría haber en el interior.

La piscina invadida por la vegetación, en primer término. Al fondo, la casa que servía de vestuarios.

Ruinas de la casa de baños.

Como curiosidad, cabe destacar la continua expulsión de dióxido de carbono desde el suelo en las cercanías. Por ejemplo, a los lados del camino que pasa entre los baños y el río, a unos 50 metros de la piscina, podemos encontrar de forma habitual unos pequeños charcos burbujeantes. El gas que asciende desde el subsuelo arrastra el agua, que mana en estos charcos, a la vez que un flujo continuo de gas que los hace burbujear. Es realmente curioso observar estos "exutorios" de gas, vestigio de la actividad volcánica de la comarca.

Detalle del agua burbujeante en un charco en las proximidades de los baños.
La salida de gas carbónico del subsuelo es verdaderamente notable en los alrededores.

Si queréis más información sobre estos y los cercanos hervideros de los baños del barranco, en Aldea del Rey, podéis consultar el documento adjunto donde se dan más datos y se profundiza en la composición y uso de sus aguas:


Es una lástima encontrar lugares así en los que el tiempo y el abandono han borrado parte de la historia del lugar, dejando únicamente un esbozo de lo que antaño eran. Aún se está a tiempo de recuperar algunos de estos lugares, como es el caso de estos baños. Mientras tanto, solamente quedarán para el recuerdo en la memoria de nuestros mayores o en lugares como la presente bitácora, hasta que tristemente se pierdan por completo.

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