Cueva del Pastor

Este curioso abrigo rocoso se encuentra ubicado en el término municipal de Poblete, muy cerca de Ciudad Real. Por el nombre que recibe, se deduce el uso tradicional de la cueva como refugio de pastores y sus rebaños. Sus dimensiones son modestas, pues apenas tiene unos 6 metros de profundidad y un par de metros de altura, pero su forma de arco rocoso le da cierta amplitud, suficiente para albergar un pequeño rebaño. La extraña perfección natural de este arco, hace parecer desde la distancia que se trata de una estructura artificial.

Cueva del Pastor.

La forma de esta cueva resulta cuanto menos curiosa. Sorprende encontrarse un lugar así, más aún cuando estando tan cerca de la capital no sea demasiado conocido. Al situarse delante del abrigo no será extraño asombrarse ante la dimensión y curiosa forma de la roca que conforma el techo de la cueva. Pero no solo sorprende visualmente, sino que si se conoce la historia geológica del lugar, entenderemos mucho mejor el valor del paisaje que nos rodea.

La cueva del Pastor se ubica en una zona donde se hace evidente la pasada actividad volcánica en el Campo de Calatrava. Pero a pesar del pasado volcánico del terreno en las inmediaciones y de que en algunos lugares se hace referencia a este lugar como la "cueva volcánica de Poblete", la formación de este abrigo no se debió (al menos directamente) a ningún fenómeno volcánico. La cueva se trata de una pequeña oquedad, formada por un gran pliegue rocoso de roca cuarcítica sedimentaria.

La cueva desde lejos parece un arco artificial.

Por lo general, las cuevas volcánicas se forman por la presencia de abundantes coladas de lava, donde las capas superficiales se enfrían y solidifican mientras que por el interior siguen corriendo ríos de magma. Estos flujos forman largos canales subterráneos por los que sigue discurriendo la lava y que una vez finaliza la erupción, pueden dar lugar a largas cuevas tubulares. Este tipo de cuevas se pueden ver en zonas de gran actividad volcánica (como las Islas Canarias), pero no hay evidencias de ellas en el Campo de Calatrava, donde las coladas lávicas son de menor tamaño. La cueva del Pastor no es una cueva con esta génesis, pues el origen se debe al hueco que queda bajo una gruesa capa de roca sedimentaria. Geológicamente se puede hablar de un anticlinal, y por tanto no de un origen volcánico de la cueva, sino sedimentario.

Los sedimentos acumulados durante millones de años, unos sobre otros, van formando capas. Posteriormente, por la presión y movimientos tectónicos, los sedimentos se transforman gradualmente en cuarcitas (rocas metamórficas), unas piedras de gran dureza. En algunos casos, estas fuerzas dan lugar a pliegues en las rocas y sedimentos. Estos pliegues reciben el nombre de anticlinales, o bien sinclinales, si su curvatura es en sentido opuesto. Más tarde, la erosión puede actuar de diferente forma según la dureza de cada una de las capas de estratos, eliminando las más blandas mientras las más duras perduran. Justo esto es lo que debió a ocurrir para formar la cueva, donde se puede ver un perfecto ejemplo de pequeño anticlinal.

Una persona sentada en el interior da una idea visual de las dimensiones del abrigo rocoso.


La cueva desde otra perspectiva.

Las rocas que conforman el anticlinal son mucho más antiguas (unos 400 millones de años) que las erupciones volcánicas de esta comarca (hace "sólo" varios millones de años). Por tanto, quizá el anticlinal quedó al descubierto o fue roto por la erupción del volcán de Despeñadero, cuya depresión que conforma el cráter se encuentra justo frente a las puertas de la cueva. El volcán de Despeñadero se originó por una erupción hidromagmática (similar a la de la cercana laguna de la Posadilla, que ya expliqué en una entrada anterior): Una explosión que originó un maar; cráter que se puede observar justo desde la entrada de la cueva. La explosión probablemente rompió el anticlinal dejando al descubierto capas más blandas de sedimentos, que erosionados dieron lugar al abrigo que se observa actualmente, justo bajo la gruesa y dura capa de cuarcitas del anticlinal.

También resulta interesante subir a la parte superior de la cueva, donde se aprecian perfectamente ambos flancos del anticlinal y su charnela (el lugar donde los flancos se encuentran).

Parte superior de la cueva (charnela del anticlinal).
Al fondo, en el cerro de enfrente, se aprecia parte de la forma del cráter del volcán de Despeñadero.

Una panorámica desde la entrada de la cueva:
La depresión que se observa es el maar de Despeñadero.

A pesar de su curiosa forma y de la belleza geológica que encierra este lugar, actualmente, la cueva se encuentra un tanto abandonada, con pintadas en sus paredes. No es raro encontrar en sus inmediaciones restos de basura y vidrios de botellas, procedentes de visitas irrespetuosas que utilizan el lugar como refugio idóneo para hacer botellón o merendar dejando su basura esparcida por los alrededores.

La cueva del Pastor es un curioso lugar muy cercano a Ciudad Real, de interés geológico por la presencia del maar de Despeñadero y donde el anticlinal realiza una curiosa estructura natural, como si de un gran arco se tratara. Bajo ese arco, la oquedad seguramente haya servido de refugio durante siglos a pastores de la zona.


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