Olivo milenario

En la plaza de España de Daimiel (Ciudad Real) vive un anciano ejemplar de olivo cuya edad se estima alrededor del millar de años.

Resulta llamativo encontrar un árbol de esta edad en una ubicación tan céntrica de una población. Muchos núcleos urbanos actuales ni siquiera existirían en aquella época. Pero la explicación en el caso del olivo milenario de Daimiel es más sencilla: El árbol fue trasplantado en 1998 desde su ubicación original en una finca cercana al pueblo. El dueño de la finca donde crecía el árbol desde hace siglos donó el olivo y se trasladó desde allí hasta la plaza, en una operación, que por aquel entonces, estuvo envuelta en polémica, entre detractores y vecinos a favor del trasplante a la nueva ubicación.

Olivo milenario en la Plaza de España de Daimiel.

Para el traslado hubo que podar el árbol, además de sacar con cuidado la planta con el mayor número de raíces, con la dificultad que entraña en un olivo de estas dimensiones y edad. Ese fue posiblemente el motivo que acarreó el mayor número de críticas al traslado: Existían probabilidades de que el árbol no sobreviviera al desarraigo. Otros detractores, tras la poda a la que se vio sometido, veían un olivo con un aspecto mutilado en medio de la plaza, lo que quedaba lejos del aspecto ornamental que se buscaba. Otros, no estaban de acuerdo con mover una planta de estas características desde su lugar original porque descontextualiza el olivo, el entorno y su historia. Nótese que este ejemplar posiblemente fue plantado por los musulmanes, siglos antes de que los cristianos llegaran a La Mancha en su reconquista. Ya tiene años e historia el arbolito en cuestión... En cualquier caso, basta echar un vistazo a las publicaciones de la época para darse cuenta que se trató de un trasplante envuelto en mucha polémica. Al final del artículo se encuentran varios enlaces a publicaciones, entre ellas alguna publicación local de entonces, de las que he extraído algunas fotos.

Trabajos de extracción del olivo de su ubicación original (Fuente [2]).

El olivo trasplantado en la plaza de España (Fuente [1]).

Aspecto del olivo en los primeros días tras el trasplante (Fuente [1]).

El caso es que, como pueden deducir, a pesar de las críticas el olivo finalmente viajó hasta la plaza de España, donde hoy ocupa un lugar protagonista, sobrevivió al trasplante y ha recuperado un hermoso y grandioso porte, siendo una de las señas de identidad de Daimiel en la actualidad. La plaza de España, a su vez, con origen en el siglo XVI, es un emblemático lugar de Daimiel, en el centro neurálgico del pueblo. El aspecto actual de la plaza data de finales del XIX, cuando los pilares de piedra de sus soportales fueron sustituidos por columnas de hierro.

Plaza de España, con el olivo protagonista en un extremo.

El olivo milenario de Daimiel tiene una altura y porte que asombran para un árbol de su especie (Olea Europea). Su altura llega hasta alrededor de 7 metros y el perímetro de su tronco es realmente colosal. Se estima que fue plantado entre los años 800 a 1100, lo que lo sitúa en la Edad Media, cuando los musulmanes dominaban gran parte de la península, en una época que engloba el periodo Omeya, durante el Emirato de Córdoba (años 756-929) y posteriormente el Califato (929-1031). Después llegaría el imperio almorávide (alrededor del año 1100). Como se observa, la gente que vio nacer a este olivo o que recogió sus primeras aceitunas, era muy diferente a la que hoy disfruta de su sombra en la plaza de España.

Entramado radicular del colosal tronco.

Cruz de mayo a la sombra del olivo milenario.

Comparen las dimensiones del árbol con las personas cercanas.


La belleza de este ejemplar es indudable. Cualquier trasplante de un árbol de esta edad y características, supone un peligro para su vida y lo descontextualiza. A pesar de ello, contamos con la suerte de que sobreviviera y se adaptara a su nuevo hogar, donde con justicia preside la plaza y es el protagonista indiscutible de este lugar. No todos los días se puede contemplar a un ejemplar de esa longevidad. Detenerse a contemplarlo y pensar en la increíble edad de este ser vivo, es cuanto menos algo asombroso. Disfruten de ello.

Más información:

[1] Publicación "Las Tablas de Daimiel", Junio 1998

[2] Blog "Daimiel Diario"


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