Chimenea alcoholera Fábregas

Tomelloso tiene una gran tradición en la producción vinícola, siendo esta zona central de La Mancha donde se concentra gran parte de la superficie de viñedo, no solo de la región sino de toda España y del Mundo.

Fue en el siglo XVIII, cuando se empezó a introducir el cultivo de vid, alcanzando gran apogeo durante finales del XIX y principios del XX. Fue en esa época, coincidiendo con el crecimiento industrial y con la sobreproducción de uva, cuando se comienzan a construir numerosas alcoholeras y destilerías, que aprovecharían los excedentes para producir otro tipo de producto (alcoholes procedentes del vino).

El proceso de destilación necesitaba de hornos con los que subir la temperatura del producto a destilar. A cierta temperatura, los alcoholes comienzan a evaporarse. Separando entonces esos vapores del producto original y volviéndolos a condensar, se obtiene una sustancia con una mayor concentración de alcohol. Los hornos que servían para quemar combustible (leña o carbón) para la producción de calor necesario en el proceso de destilado, debían dotarse de altas chimeneas que permitieran generar un tiro lo suficientemente fuerte y estable como para asegurar la extracción de humos (a mayor altura, mayor aspiración de humos de forma natural). La gran altura también facilitaba la expulsión de humos lejos de las viviendas y la población. Con facilidad, las chimeneas superaban los 20 metros de altura, llegando algunas a más de 40.

Chimenea alcoholera Fábregas.

A mitad del siglo XX, el número de chimeneas de destilerías en Tomelloso superaba las 100. De ellas, en la actualidad quedan unas 40, de las cuales alrededor de la mitad son de más de 20 metros de altura, llegando a doblar ese tamaño alguna de ellas. La fabricación de chimeneas tan altas quedaba reservada a expertos albañiles, que dejaron en muchas de estas chimeneas muestra de la dificultad y arte que conlleva la construcción de estas estructuras, teniendo algunas ellas elementos ornamentales o monumentales. Es su particularidad y belleza lo que ha llevado a que muchas de estas chimeneas se conserven y no fueran destruidas, a pesar del desmantelamiento de sus alcoholeras.

En esta entrada, se muestra la chimenea de la alcoholera Fábregas. Se trata de una de las obras maestras de los Jareño, reconocida familia de constructores de Tomelloso, que levantaron varias de las más emblemáticas chimeneas del pueblo. La chimenea fue construida en ladrillo, en el año 1964. Su altura es de casi 41 metros. La particularidad es que es de forma octogonal y sus aristas realizan un giro completo desde la base hasta la parte más alta. Su base está adornada, y es un prisma octogonal recto. A partir de la base, las aristas comienzan a girar y en ellas, el color rojo de los ladrillos acentúa, embellece y hace más visible el giro. Al parecer, esta peculiar forma constructiva se debe a que los Jareño recibieron el encargo de hacer "la mejor de todas" las chimeneas de Tomelloso, decidiendo construir una que fuera "retorcida". 

Una chimenea de "retorcida" belleza.


Espectacular altura estilizada, que supera los 40 metros.


Iluminación nocturna.

Aunque esta entrada se centra en la chimenea de la alcoholera Fábregas, como hemos visto, en Tomelloso se pueden encontrar algunas chimeneas más de similares características y belleza, siendo uno de los atractivos turísticos del pueblo. Muchas de ellas, coronadas por nidos de cigüeñas. Chimeneas vetustas, que aún guardan esa belleza industrial de los complejos fabriles de siglos pasados.


----- MAPA -----

Comentarios

  1. Que bien ver una entrada de mi pueblo en el blog! 👏👏 Ahora a por la de las cuevas 👌

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene usted toda la razón: Más de una cueva y más de un bombo tomellosero tendrían que aparecer por aquí... tomo nota señor ezequiel.
      Muchas gracias por leer y comentar.

      Eliminar

Publicar un comentario