Muy próximo a la presa del Molinar, en Villa de Ves (Albacete), se asienta un abandonado poblado de origen industrial. Este conjunto de viviendas formaba parte del complejo de explotación hidráulica de la central hidroeléctrica del Molinar, de la que hablé en una entrada anterior, así como del túnel por el que se transportaba el agua de la presa a la central.
El poblado se construyó a la vez que la central, para servir de alojamiento a diversos trabajadores especializados. La dificultad de acceso a las instalaciones, la lejanía de cualquier núcleo poblado y el tiempo necesario para llegar hasta ella, hicieron necesario la construcción de este poblado donde los trabajadores y sus familias podían llevar una vida semejante a la de un pueblo. Yo diría que mejor que cualquier pueblo de los alrededores, para la época en la que nos situamos (primera década de siglo XX).
Fundamentalmente se alojaban en este poblado los ingenieros y jefes de la central, junto con sus familias. Aparte de las viviendas, contaban con otros edificios de diversos usos (por ejemplo, almacenes), iglesia, escuela para los niños, médico, etc.
Para su construcción, se buscó un lugar más accesible y cercano a otras poblaciones que donde estaba situada la central. Así pues, se situó cerca de lo que hoy es el barrio del Santuario de Villa de Ves, desde el cual se podía llegar por un camino, recorriendo poco más de un par de kilómetros. Estaba más o menos a medio camino de la presa y la central. En la presa se desviaba el agua para la central (que era transportada por un canal a través del túnel de 4 km). El acceso actual al túnel, se encuentra a pocos metros del poblado. No hay que confundir la antigua presa de la central (ya desmantelada y bajo las aguas del actual embalse) con la actual presa del molinar, que se encuentra muy cerca del poblado. Al estar a mitad de camino, permitía un fácil acceso a la propia presa o a la central. El poblado llegó a contar con suministro eléctrico (un lujo para la época).
Para llegar a la central, los trabajadores debían recorrer un camino de unos 4 km a lo largo del cañón del Júcar, del que aún quedan vestigios y que se puede recorrer para llegar a la central. El paso del tiempo y las riadas, han destruido parte del camino, pero aún se puede recorrer (con cuidado en algunos tramos comprometidos). El camino, se construyó con muchísimo esfuerzo y dificultad para la época. Hubo que cavar varios túneles en la roca, a pico y pala (aún hay que atravesarlos), para poder recorrer el cañón junto al río para llegar a la central. A la fecha de la publicación de esta entrada, el camino no es más que un sendero invadido por la vegetación, con algunos pasos comprometidos por los derrumbes, que a duras penas se mantiene por el tránsito de senderistas y aventureros habituales que lo recorren para visitar la central en una de las rutas más espectaculares de La Manchuela, por el paisaje y por la visita a lo que queda de la central hidroeléctrica del Molinar, joya de la arqueología y patrimonio industrial manchego que tristemente se está viniendo abajo.
Tras el cierre y desmantelamiento de la central, el poblado fue progresivamente abandonado. Esporádicamente, hasta hace unas décadas, había sido utilizado como albergue juvenil. Se encuentra en un entorno maravilloso, rodeado de bosque, encerrado entre los cañones del río Júcar, aislado, con unas vistas asombrosas. Lamentablemente, con el abandono, las edificaciones han venido a la ruina y han sido expoliadas y vandalizadas. Pintadas, derrumbes y escombros abundan y desaconsejan el acceso a muchas de las construcciones. Una lástima.
No obstante, el lugar alberga esa magia y misterio de lo que un día fue. Pasear por sus calles transmite una sensación apocalíptica. Y en algún momento, rodeado de abandono y de silencio, te ves transportado un siglo atrás, imaginando la gente que vivió aquí y su día a día, durante la época de esplendor de la central; hito en la historia tecnológica de este país.
Como ya conté en su día, en la entrada dedicada a la central, si queréis profundizar y conocer la central del Molinar con detalle, por favor, no os podéis perder este par de entradas del blog "Olmo de Villa de Ves", repletas de fotos, datos e historia de esta increíble construcción:
El poblado se construyó a la vez que la central, para servir de alojamiento a diversos trabajadores especializados. La dificultad de acceso a las instalaciones, la lejanía de cualquier núcleo poblado y el tiempo necesario para llegar hasta ella, hicieron necesario la construcción de este poblado donde los trabajadores y sus familias podían llevar una vida semejante a la de un pueblo. Yo diría que mejor que cualquier pueblo de los alrededores, para la época en la que nos situamos (primera década de siglo XX).
Vista panorámica del poblado, donde se distinguen algunas de sus construcciones. |
Fundamentalmente se alojaban en este poblado los ingenieros y jefes de la central, junto con sus familias. Aparte de las viviendas, contaban con otros edificios de diversos usos (por ejemplo, almacenes), iglesia, escuela para los niños, médico, etc.
Para su construcción, se buscó un lugar más accesible y cercano a otras poblaciones que donde estaba situada la central. Así pues, se situó cerca de lo que hoy es el barrio del Santuario de Villa de Ves, desde el cual se podía llegar por un camino, recorriendo poco más de un par de kilómetros. Estaba más o menos a medio camino de la presa y la central. En la presa se desviaba el agua para la central (que era transportada por un canal a través del túnel de 4 km). El acceso actual al túnel, se encuentra a pocos metros del poblado. No hay que confundir la antigua presa de la central (ya desmantelada y bajo las aguas del actual embalse) con la actual presa del molinar, que se encuentra muy cerca del poblado. Al estar a mitad de camino, permitía un fácil acceso a la propia presa o a la central. El poblado llegó a contar con suministro eléctrico (un lujo para la época).
La abandonada iglesia del poblado. La vegetación comienza a recuperar su sitio en las calles. |
Un túnel en el antiguo camino a la central. Como se aprecia, apenas queda un estrecho sendero. |
Otro tramo del espectacular sendero a lo largo del río Júcar. |
Tras el cierre y desmantelamiento de la central, el poblado fue progresivamente abandonado. Esporádicamente, hasta hace unas décadas, había sido utilizado como albergue juvenil. Se encuentra en un entorno maravilloso, rodeado de bosque, encerrado entre los cañones del río Júcar, aislado, con unas vistas asombrosas. Lamentablemente, con el abandono, las edificaciones han venido a la ruina y han sido expoliadas y vandalizadas. Pintadas, derrumbes y escombros abundan y desaconsejan el acceso a muchas de las construcciones. Una lástima.
Calle del poblado, con la iglesia al fondo (Foto: http://olmodevilladeves.blogspot.com) |
No obstante, el lugar alberga esa magia y misterio de lo que un día fue. Pasear por sus calles transmite una sensación apocalíptica. Y en algún momento, rodeado de abandono y de silencio, te ves transportado un siglo atrás, imaginando la gente que vivió aquí y su día a día, durante la época de esplendor de la central; hito en la historia tecnológica de este país.
Como ya conté en su día, en la entrada dedicada a la central, si queréis profundizar y conocer la central del Molinar con detalle, por favor, no os podéis perder este par de entradas del blog "Olmo de Villa de Ves", repletas de fotos, datos e historia de esta increíble construcción:
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Hola me llamo Raquel soy de Valencia capital y tengo 48 años, parte de infancia la pasé ahí, durante unos cuantos años fui en vacaciones con mis padres, cuando era albergue juvenil, nosotros íbamos cuando los muchachos del albergue no iban y mi padre fue una de las personas que ayudó a construir literas, muebles,, etc... Lo recuerdo como un paraíso, me encantaba estar allí, disfruté mucho y todavía sigue en mu memoria. Gracias por la información.
ResponderEliminarHola Raquel.
EliminarMe alegro de haber despertado este recuerdo. En su momento el lugar debió ser una belleza, en un entorno remoto, junto al río y rodeado de ese bosque que se encarama por las paredes del cañón.
Hoy, el poblado se sumerge en una ruina progresiva. El tiempo, el abandono y el vandalismo están destruyéndolo. No así con el entorno, que sigue conservando su encanto natural.
No obstante, el lugar encierra aún ese halo misterioso, de construcción abandonada en un remoto paraíso.
Lo pude visitar de nuevo hace tan solo unas semanas, y poco ha cambiado desde que publiqué esta entrada, hace 6 años. Salvo que la ruina ha avanzado inapelablemente. No me cansa volver a este lugar.
Muchas gracias por el comentario.
Acabamos de llegara casa de visitarlo. Lo primero enhorabuena por tu post. Es muy útil, interesante y transmite mucho cariño por la naturaleza y los entornos industriales.
ResponderEliminarHemos tratado de adivinar por los restos, la historia del lugar, en qué orden fue desmantelado, como vivían, que era cada casa... Es muy curioso que la primera piedra se pusiera en 1907 y la última creo que por 2010. Eso es un siglo de aprovechamiento.
Una lastima que estos edificio no despierten interés salvo que para unos pocos nostálgicos.
Nos queda pendiente visitar la central.
La última que visite fue la de Aliaga. Espectacular.
Un gran saludo.
Me alegro de que haya disfrutado de la visita gracias a este artículo. Conociendo la historia del lugar se disfruta más y se puede intentar ponerse en la piel de los que allí trabajaron y vivieron.
EliminarEn cuanto al interés que despiertan estos restos, como los de la cercana central o el túnel, a pesar de su posible potencial, es complicado de gestionar para una población como Villa de Ves, que pasa por ser la más pequeña de la provincia de Albacete.
No conocía la central abandonada de Aliaga (Teruel). Le he echado un vistazo y, aunque de otra época, también pinta muy interesante.
Gracias por leer y comentar en Mancha Ignota.