Palacio del Marqués de Santa Cruz

Esta entrada no está dedicada a un lugar poco conocido; al contrario. Se trata del Palacio del Marqués de Santa Cruz, sito en Viso del Marqués (Ciudad Real). Es uno de los palacios más vistosos de la región y una joya en lo que a decoración y pintura al fresco renacentista se refiere. Con esta entrada, no pretendo descubriros nada nuevo de este palacio, pero al menos, dejar unas cuantas fotos y datos generales para que el que no lo conozca, se haga una idea de lo que alberga en su interior y vaya a visitarlo, pues le sorprenderá.

Fachada principal del palacio

El edificio fue mandado construir en 1562 por Álvaro de Bazán, almirante y miembro del Consejo del rey Felipe II. Por aquellas fechas, Viso del Marqués (llamado entonces Viso del Puerto), era la puerta que comunicaba la meseta castellana con Andalucía, a través del Puerto del Muradal. Por allí pasaba el camino real Toledo-Granada. El almirante estableció en este punto su palacio porque estaba situado en un punto céntrico entre los puertos de Cartagena, Sevilla, Lisboa, Cádiz y de la corte Madrileña (trasladada por Felipe II a Madrid en 1561). Siglos más tarde, el camino real se desplazaría, trasladando el paso de Castilla a Andalucía desde el puerto del Muradal a Despeñaperros (y aún se mantiene con la Autovía A4), quedando Viso del Marqués fuera del recorrido del camino real y principales vías de comunicación.

El palacio se trata de un gran edificio de planta cuadrada y estilo renacentista. Desde el exterior destaca la sobria pero imponente fachada. Inicialmente contaba con potentes torres rematando sus esquinas, pero fueron destruidas en el siglo XVIII por el terremoto de Lisboa (1755).

Detalle de la puerta principal

A través de un amplio zaguán, se accede al patio, con galerías en dos plantas. Alrededor del patio, se distribuyen las diferentes estancias. Al lado Oeste del edificio, aún se conservan parte de lo que fueron los jardines del palacio (mucho más amplios antiguamente). En ellos descansan varias piezas de artillería naval y anclas. El centro del patio es presidido por una fuente, pieza original del palacio. En la puerta que comunica el patio con el edificio, las estatuas sepulcrales de Álvaro de Bazán y su esposa, en mármol blanco y del siglo XVII.

Vista general del patio, desde la galería superior

Patio principal y galerías

Jardines, con la fuente original

Detalle de la fuente

Estatuas sepulcrales, en la puerta de salida al patio

Detalle de las estatuas sepulcrales de D. Álvaro de Bazán y su esposa

Pero aunque el propio palacio y su arquitectura son de admirar, si por algo destaca es por las espléndidas pinturas que decoran todo el palacio. Son 8000 metros cuadrados de frescos de artistas italianos, con temática naval y mitológica. Representan uno de los más destacados ejemplos de pintura renacentista al fresco de toda España y quizá de los únicos de estilo italiano. Paredes, bóvedas, techos... todo está decorado con exquisitas pinturas y trampantojos (efectos de perspectiva en la pintura, para engañar a la vista, asemejando columnas, ventanas, frisos, etc., cuando en realidad están pintados). A pesar de haberse visto sometido a varias restauraciones, el estado de las pinturas es sorprendente a pesar de los diferentes avatares por los que ha pasado el palacio, siendo cuartel, almacén o granero en diferentes épocas. A la conservación de los frescos ha ayudado el clima de El Viso, seco y frío en invierno.

El techo de una de las salas 

La exquisita pintura renacentista italiana está allá por donde mires.
Los trampantojos son frecuentes.

Una magnífica bóveda

Algunos techos son una auténtica maravilla.
Uno no sabe adónde dirigir la mirada.

La escalera de acceso a las plantas superiores es impresionante. Escoltada por dos esculturas, una en cada ramal de la escalera, representando a Neptuno (dios romano de los mares) y Marte (dios romano de la guerra). Sendos dioses referencian sin duda el oficio del almirante Álvaro de Bazán. Todo ello, rodeado de magníficos frescos. Dicen que cuando Felipe II visitó el palacio y vio esta escalera, quiso copiarla para realizar una del mismo estilo en El Escorial.

Magnífica escalera, con la escultura de Neptuno al fondo.

Vista del patio desde la escalera

La bóveda de la escalera es una magnífica pintura, repleta de alegorías mitológicas

Vista general de un ramal de la escalera, con Neptuno al fondo.
El suelo, con el característico cuadriculado blanco y negro del escudo de armas de D. Álvaro de Bazán.

Detalle del dios Marte, en el otro ramal de la escalera.

Vista general de la escalera.
Mejor estar allí mismo para ensimismarse con su belleza.

Las galerías (inferiores y superiores) representan también escenas mitológicas y diferentes batallas navales.

Una de las galerias: Apenas queda espacio sin decorar

Puertas de acceso a dos dependencias de la galería superior 

Detalle de las galerías inferior y superior.
Repletas de frescos en los que se representan batallas navales y mitología clásica.

Una tras otra, podemos recorrer las salas del palacio, sorprendiéndonos en cada una de ellas por sus frescos y habitualmente, con una temática diferente en cada sala: Batallas navales, representaciones familiares de los Bazán, escenas mitológicas... La sala principal del palacio, en el primer piso, está flanqueada por dos maravillosas chimeneas. El techo de esa sala carece de frescos, ya que colapsó con el terremoto de Lisboa. Se supone que en él estaba representada la batalla de Lepanto, la más importante en la que participó el almirante, que no conoció la derrota en ninguna de sus numerosas contiendas.

Una de las dos magníficas chimeneas en mármol que presiden la sala principal.
En las pinturas destacan los trampantojos: columnas, esculturas, frisos, relieves... todo es pintura y efectos ópticos.
En el centro, el escudo de armas del almirante, con sus característicos cuadros blancos y negros.

En la capilla del palacio, reposan los restos de Álvaro de Bazán. Fueron trasladados desde la vecina iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a pocos metros del palacio, donde fueron depositados inicialmente y donde reposaron durante siglos.

Capilla del palacio.
En la base del altar, reposan los restos del almirante D. Álvaro de Bazán.

Detalle de la urna que guarda los restos del almirante

Cabe destacar que el palacio también alberga el Archivo General de la Marina Española. Para alguien que desconozca la historia del almirante y de su palacio, resultaría más que curioso encontrar este archivo ubicado en La Mancha.

En resumen, una de las joyas artísticas de la región. Un auténtico lujo que contemos con este palacio, con la historia que alberga y donde reposan los restos de uno de los más insignes almirantes de la historia, incluso a nivel mundial. Y todo ello, decorado con la más importante colección de frescos renacentistas de estilo italiano que podemos encontrar en España.

Con una sencilla búsqueda, podéis encontrar en internet muchas más fotos e información sobre este asombroso palacio, por ejemplo, en wikipedia. No pierdan la oportunidad de acercarse a conocerlo si aún no lo han hecho.

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