Castillo de Benavente

Varios eran los castillos que albergaba el término municipal de Ciudad Real. Y digo que eran porque de ellos solo quedan escasos vestigios o poco más que los cimientos. El más conocido es el Castillo de Alarcos, testigo de la histórica batalla en 1195 y el cual, al formar parte del parque arqueológico ha sido estudiado, excavado y convenientemente documentado por los correspondientes profesionales, y sus restos pueden ser visitados e interpretados. De menor entidad, pero también importantes, fueron otras fortalezas como la de Ciruela (a la que dediqué ya hace tiempo la primera entrada del blog) o la que protagoniza la presente entrada: El castillo de Benavente.


Muralla Sur: Los restos más visibles del Castillo de Benavente.

El castillo de Benavente es realmente poco conocido. Construido en el siglo XIII por cristianos, es descrito por Amador Ruibal Rodríguez como "sencillo, rectangular, de materiales pobres y con una gran torre, que pretende fundamentalmente dar seguridad a los vecinos frente a las bandas armadas y fomentar la repoblación de la zona" [1]. Posiblemente ya existiera anteriormente (siglo XII) una plaza fuerte de origen musulman. El caso es que fue tomado por los cristianos en ese mismo siglo durante la reconquista, pero de nuevo, pasó a manos almohades tras la derrota de Alarcos (1195), como el resto de castillos de la zona dominada hasta entonces por la Orden de Calatrava, en lo que por entonces era la frontera entre cristianos y musulmanes. Los cristianos recuperaron definitivamente Benavente en la campaña que desembocaría en la crucial batalla de las Navas de Tolosa (1212), cerca de Despeñaperros.

Se encuentra situado muy cerca de la carretera N-430, entre Ciudad Real y Piedrabuena. Se trataba de un castillo de pequeñas dimensiones. Las murallas tenían una distribución en planta cuadrada y en su interior albergaba una torre. La orden de Calatrava lo usó para guardar sus rentas. Se trataba de una fortaleza a medio camino entre Alarcos y el castillo de Miraflores (en Piedrabuena), con los que tiene contacto visual. Se ubicaba junto al arroyo de Benavente.

Actualmente únicamente se conservan algunas trazas de muros, que permiten delimitar el perímetro del castillo. El muro Sur es el que es más visible, con un espesor de aproximadamente metro y medio y altura de unos 3 metros. Construido en mampostería, aunque en la parte baja se entreven algunos sillares. En ese mismo lado Sur, se adivina un antemuro y foso. No obstante, el castillo se encuentra en estado totalmente ruinoso. El resto, se encuentra sumido entre escombros y sedimentos depositados durante siglos. También hay vestigios de lo que debió ser un aljibe, en el centro del recinto. Desconozco si se ha realizado alguna labor arqueológica.

Croquis del plano en planta del Castillo de Benavente.
(por Amador Ruibal Rodríguez [1])

Parte exterior del muro Sur.

Perspectiva del muro Sur.
Un niño junto a una oquedad da una idea de sus proporciones (unos 3 metros de altura).

Muro Sur desde el interior, en su parte superior.
Al fondo, se divisa el cerro de Alarcos.

El muro presenta mechinales o agujeros donde podrían ir adosadas estructuras de madera.

El espesor de los muros es de aproximadamente 1,5 metros.

Detalle de otros muros.

En algunos lugares se encuentran pequeños vestigios de mampostería (piedras y cemento).


Los restos del castillo de Benavente están bajo protección del Decreto de 22 de abril de 1949 y la ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. A pesar de ello, basta un paseo por el castillo para observar que se ha convertido en un lugar donde depositar basura, escombros y chatarra.


Esta depresión delata la ubicación del aljibe.
Lamentablemente, y como se aprecia, se encuentra lleno de basura, chatarra y escombros. 


Como curiosidad, el castillo de Benavente guarda relación con Doña Elisa Cendrero, ilustre dama benefactura perteneciente a la burguesía ciudadrealeña de mediados del XX y fallecida en 1977. El archivo histórico municipal de Ciudad Real se encuentra en la que fuera su casa y que fue donada al ayuntamiento tras su fallecimiento. Además del archivo, la antigua residencia de Doña Elisa Cendrero es casa-museo albergando exposiciones temporales y una muestra de lo que era una casa burguesa de principios del XX, con muebles y objetos familiares. Pues bien, Elisa Cendrero fue esposa de Don Ramón Medrano y Rosales Maldonado y Medrano, caballero de la orden de Calatrava y propietario de Benavente y su castillo.

Niños subiendo al montículo bajo el que se encuentran los escombros del castillo.


Un lugar cuánto menos curioso por la construcción que allí albergaba y que quizá fue testigo directo de nuestra historia en la batalla de Alarcos en 1195. Hoy, casi desconocido, se encuentra completamente olvidado.


Bibliografía:
- [1] Amador Ruibal Rodríguez: "Arquitectura militar y vías de comunicación: Caminos de Córdoba a Toledo en los siglos IX-XIII y sus sistemas defensivos."


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