Ermita de Gúzquez

Esta "Ermita de San Isidro", situada en Villamayor de Santiago (Cuenca) es un curioso templo fruto de una iglesia de obra inacabada en un pueblo ahora inexistente.

Para empezar, el título de esta entrada quizá debería haber sido ese: "Ermita de San Isidro", que es por el nombre que se le conoce actualmente a este templo. Pero dado que por ese nombre podemos encontrar cientos de lugares en La Mancha, he creído que este otro título identifica este lugar de forma unívoca: Ermita de Gúzquez.

Ermita de Gúzquez (2013)

Vistra trasera de la ermita.


Se tiene constancia de la población de Gúzquez desde al menos el siglo XIII: en mayo 1227, Fernando Pérez, Maestre de la Orden de Santiago, junto con el convento de Uclés, dan a poblar el lugar de Gúzquez, junto también a las ya desaparecidas Alcardete y Añador, concediéndonles a todas ellas el fuero de Uclés. Con ello, reforzaban la repoblación de esta zona de La Mancha conquense. Estas tres poblaciones desaparecerían posteriormente, como consecuencia de la aparición de nuevas villas más pujantes en los alrededores (Villanueva de Alcardete y Villamayor de Santiago, las más cercanas).

Gúzquez es un vocablo de origen visigodo, conservado y transmitido por los mozárabes, y que tiene el significado de "bueno" (o quizá "hombre bueno"). Unos siglos después, la denominación de este lugar cambiaría cuando alrededor de 1480 le fue concedido el título de villa con el nombre de Villaverde, quizá en un intento de reforzar su repoblación. Pero el proceso de decadencia y despoblación ya había comenzado.

En medio de este proceso, a principios del siglo XVI, comenzó la levantarse un nuevo templo en el pueblo. A pesar de lo ambicioso de la obra (ya que por aquel entonces aún quedaba en la población algún ricohombre que sufragaba los gastos) la obra quedaría inconclusa, construyéndose solamente poco más que el crucero de la iglesia. En 1604, se traslada la pila bautismal de este templo de Villaverde al de Villamayor de Santiago, medida que pondría la puntilla a la construcción de esta iglesia, que queda inacabada, sin la nave central. La población de Villaverde, poco a poco fue disminuyendo hasta la desaparición del poblamiento.

Actualmente, el templo se haya en un muy buen estado de conservación, ya que, aunque inconcluso, fue reparado y utilizado como ermita. Villamayor de Santiago celebra aquí la romería de San Isidro, santo al que está actualmente dedicada la ermita.

Interior de la ermita, desde la entrada (2013).
Al ser un templo más ancho que largo (inacabado), obsérvese la disposición de los bancos, perpendicular al altar, donde luce la imagen de San Isidro.



Se trata de una construcción renacentista, de sobria arquitectura, con contrafuertes adosados a sus paredes, que guarda gran semejanza con otras iglesias de los pueblos vecinos. Construido en mampostería, con sillares en las aristas y contrafuertes. En el interior, destaca la nervadura que sujeta el techo del crucero, de bello acabado.

Nervadura sobre el crucero.
(Foto: "Por las calles alcardeteñas" -Ver bibliografía-)


Lo más curioso del templo es que se puede ver el crucero, transepto y ábside finalizados, pero no tiene la nave central. En el lugar que debía ocupar la nave, se tapió con un muro de mampostería y bajo un sencillo y pequeño rosetón, una modesta puerta con arco de medio punto da acceso al templo. La ausencia de nave central, hacen que la ermita sea más ancha que larga. Además, esta "mutilación", da un esbelto aspecto a la construcción, ya que su altura destaca sobre el resto de sus proporciones. Sorprende encontrarse con una construcción de este tamaño y acabados, dado que se encuentra prácticamente aislada en medio del campo; leyendo este artículo, se entiende este hecho, y que realmente nos encontramos frente a una "media-iglesia".


Ermita de San Isidro (2013).
Se observa, por el color de la piedra, que la pared donde se aloja la puerta, y la parte superior cercana al tejado, es de construcción posterior al resto del templo. Forma parte del remate de las obras para cerrar el crucero sin nave principal, tras quedar el templo inacabado.
Como se aprecia, la ausencia de la nave central da como resultado un templo más ancho que largo.


Una foto más reciente de la ermita, al atardecer.
Hace poco que han renovado la puerta de madera.


Detalle del pequeño rosetón, con la cruz de Santiago.


Detalle de una de las estrechas ventanas, del siglo XVI.


Piedra clave sobre el arco de la puerta (2013).
Se aprecia la vieja puerta de madera, que ha sido sustituida recientemente.


Otro detalle del arco de entrada y rosetón, con la nueva puerta de madera.



Fachada principal, donde debía dar comienzo la nave principal del templo.


Otro punto de vista de la fachada.


Vista lateral.


Otro detalle de la vista lateral, al atardecer del verano.


Los avatares de la historia le han dado varios nombres: Iglesia de Gúzquez, Iglesia de Villaverde, Ermita de San Isidro. Pero resumiendo, se trata de una curiosa iglesia inconclusa de una desaparecida población, pero que ha sobrevivido hasta ahora gracias al uso como ermita y la correcta finalización de la obra, aunque diera como resultado un templo incompleto.


Bibliografía:
Entre otros documentos e internet, algunos datos de este artículo y la foto de la nervadura del crucero, se han extraído de:

"Por las calles alcardeteñas". José Carlos García Sánchez. ISBN 978-84-16184-72-9.



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Comentarios

  1. Qué curiosa y caprichosa es la arquitectura que nos rodea, ahí está para que nos detengamos y sin embargo pasamos por alto. Tu labor es importante. ¿Qué fue del pueblo? Solo tengo esa curiosidad, un saludo.

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    1. Del pueblo poco más sé que lo que escribo. Ya cuando comienza la construcción de la iglesia quedaban apenas unas decenas de vecinos, entre ellos algunos hidalgos, que serían quienes supongo impulsaran la construcción del templo. Villaverde se abandona, con la iglesia inconclusa, mudándose los vecinos a Villamayor. De las pocas casas que lo conformaron apenas se adivina algún cimiento. Si estaban cerca de la iglesia, ahora son campos de cultivo.

      Gracias por el comentario, Rosa. Me alegra volver a verte por aquí.

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  2. ¡Vaya templo curioso! Una fortuna que se haya podido conservar, habiendo tantos templos en el país que acabaron en ruinas. El fenómeno de la "España vaciada" no es nuevo, pues... Muchas gracias por el descubrimiento

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    1. La historia nos deja ciudades que nacen y otras que desaparecen.
      Gracias a ti por el comentario.

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